Proponen que Argentina canjee deuda por acción climática y protección de biodiversidad
La organización no gubernamental Avaaz presentó, en el marco previo de las reuniones de primavera boreal del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), un proyecto para que Argentina pueda reestructurar y canjear parte de su deuda por acciones climáticas y protección de la biodiversidad.
De acuerdo con la iniciativa, Argentina serviría como «prueba piloto» para luego extenderse a otros países en desarrollo.
La propuesta se sostiene en el argumento de que los países del Sur global son, en gran parte de los casos, «acreedores ambientales» de las grandes potencias mundiales, de las que a la vez en la actualidad son deudores financieros.
Es decir, son víctimas del calentamiento global que producen las potencias industriales, principales responsables de las emisiones de dióxido de carbono y otros fluidos que están en el origen del cambio climático.
La crisis climática genera perjuicios en las naciones menos desarrolladas, porque sus economías subsisten fundamentalmente con la venta y explotación de recursos naturales y productos primarios, que son más dependientes de las condiciones del clima.
En un comunicado, se precisó que «Avaaz propone mecanismos concretos -vigentes en la arquitectura financiera internacional- que permitirían impulsar acciones efectivas para instrumentar, tomando como caso piloto a la Argentina, canjes de deuda por acción climática y de protección de la biodiversidad».
La propuesta técnica lanzada busca dar una respuesta de mediano y largo plazo al impacto de la sequía exacerbada por el cambio climático.
Asimismo, el equipo de expertos ha solicitado tanto al Fondo Monetario Internacional como al gobierno de China una estrategia integrada que permita abordar tanto la crisis climática como la de deuda, se precisó en un comunicado.
El director de Campañas de Avaaz, Oscar Soria, declaró que «canjear deuda en la cual los países desarrollados son acreedores, con los países del sur que son deudores financieros pero que son acreedores ambientales, no solo es un acto de justicia ecológica, sino también una medida real para frenar la crisis climática en beneficios de todo el planeta».