Se presentó un certificado de recursos genéticos, con fines comerciales
La secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales, Beatriz Domingorena, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, participó de la apertura de un seminario virtual organizado por el Instituto de Floricultura del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), acompañada por el equipo técnico de recursos genéticos. El objetivo fue presentar el certificado de cumplimiento nacional e internacional con fines comerciales, emitido por la cartera ambiental nacional, que conduce Juan Cabandié, y que fue obtenido por la mencionada institución.
El certificado fue otorgado como resultado del cumplimiento del Protocolo de Nagoya y bajo la normativa nacional y de la provincia de Misiones, en relación con el acceso y distribución de beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.
Domingorena destacó en el encuentro realizado en línea “la articulación interministerial desarrollada que permite la consolidación de políticas públicas en resultados que están a la vista”. También transmitió “la satisfacción compartida por los grandes logros de Nagoya, a nivel gestión y especialmente a Misiones, y a todas las provincias que supieron replicar la herramienta participativa”.
Durante el evento, en el que también participó la directora nacional de Biodiversidad, Mónica Carrizo, se buscó, además, concientizar y difundir buenas prácticas para el uso de los recursos genéticos, en el marco de la Convención sobre la Diversidad Biológica.
Vale indicar que el INTA —en la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía nacional— y el Instituto Misionero de Biodiversidad han celebrado un contrato de acceso y distribución de beneficios por el desarrollo de variedades de plantas ornamentales a partir de especies nativas de dicha provincia.
Argentina se comprometió a proteger la biodiversidad y utilizar de manera sostenible sus recursos genéticos, con el objetivo de promover el bienestar humano y conservar los conocimientos tradicionales asociados. Para lograrlo, el país ha ratificado dos tratados internacionales clave: el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya, los que reconocen la soberanía de los estados sobre sus recursos genéticos y regulan el acceso y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de su utilización. El protocolo se enfoca, en particular, en asegurar el consentimiento informado previo y la definición de condiciones mutuamente acordadas para estos aspectos y abarca conocimientos de pueblos indígenas y comunidades locales.
El certificado de cumplimiento que emite el Ministerio de Ambiente garantiza que los beneficios derivados de la utilización de esos recursos se compartan de manera justa y equitativa, incluso cuando salgan del país de origen. Constituye un instrumento que brinda claridad jurídica, certeza y transparencia a las y los investigadores y a las empresas que acceden a estos recursos. Además, fomenta la inversión en actividades de investigación y bioprospección, al tiempo que evita controversias y acusaciones de apropiación indebida o uso inadecuado de los recursos genéticos y conocimientos tradicionales. La cartera ambiental nacional cumple su función de autoridad de aplicación y punto de verificación.