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Los incendios forestales se intensifican en Europa y se recrudecen con el paso de los años

Los incendios forestales recorren el mundo. El de Canadá es el más sonado este año, que ya ha calcinado 10 millones de hectáreas y continúan activos. Pero en Europa la situación no es mucho mejor. Cada año, los fuegos son más violentos y se extienden durante un período más largo.

El ejemplo más reciente lo tenemos en la isla griega de Rodas, donde entre el sábado y el domingo unas 30.000 personas fueron evacuadas por precaución ante el avance de las llamas, una operación sin precedentes en la isla. Situación similar a la de Corfú –donde 2.500 personas han sido evacuadas–, Agios y Karistos.

Un helicóptero de extinción de incendios arroja agua para extinguir un incendio forestal en Diakopto, Egio, Grecia

Unas 2.500 personas evacuadas por un incendio forestal en la isla griega de Corfú

El Debate 

El aumento de las temperaturas y la sequía que ha afectado en los últimos años al Viejo Continente, lo que ha favorecido la proliferación de los incendios. En 2018, 117.356 hectáreas –más de diez veces el área de París–, se convirtieron en humo en la Unión Europea. En 2019 fueron 295.835, en 2020 alcanzaron 339.824 y en 2021 subieron a 470.359.

El año pasado, en 2022, se destruyeron más de 785.000 hectáreas, según cifras del sistema europeo de información sobre incendios forestales (Effis) y del programa europeo de cambio climático Copernicus. El año 2017, sin embargo, sigue siendo el más devastador en la UE desde la creación de Effis (en el año 2000), con 988.087 hectáreas de vegetación destruidas.

Estos han sido los incendios recientes más importantes en nuestro continente:

2023: incendios en Extremadura

A finales de mayo, cuando aún no había llegado el verano, una superficie de casi 12.000 hectáreas (más que la de Barcelona) ya quedó reducida a cenizas en Las Hurdes y Sierra de Gata, en la región de Extremadura.

El 71 por ciento de la superficie afectada correspondía a bosque, más del 18 por ciento a bosque de plantación y el resto a arbustos, cultivos, pastizal, bosque adehesado y matorral. Además de la acusada falta de precipitaciones, la temperatura alcanzó un récord absoluto para el mes de abril en la España peninsular (38,8 ºC).

2022: pinos quemados en Gironda, Francia

Grandes incendios devoraron en un verano 30.000 hectáreas de bosques en La Teste-de-Buch y en el sector de Landiras y Hostens, en el suroeste de Francia. En total hubo casi 600 incendios y 48.000 personas tuvieron que ser evacuadas.

Incendio forestal en Louchats, suroeste de Francia
Incendio forestal en Louchats, suroeste de FranciaAFP

España también se vio afectada ese año con casi 500 incendios y más de 300.000 hectáreas quemadas –una superficie similar a la de la provincia de Álava–, según Effis. La provincia más castigada fue Zamora, donde el fuego se cobró la vida de cuatro personas y se extendió hasta la Sierra de la Culebra.

2021: incendios en Grecia e Italia

A principios de agosto de ese año, Grecia registró temperaturas abrasadoras. En dos semanas, más de 46.000 hectáreas de bosques se convirtieron en humo en la isla de Evia, a 80 kilómetros al este de Atenas.

Junto a los incendios del Peloponeso y los de las afueras de la capital, un total de más de 100.000 hectáreas ardieron durante un verano. Cientos de casas, bosques de pinos, olivares se quemaron, al igual que cientos de animales.

En paralelo una ola de calor provocada por el anticiclón «Lucifer» afectó a toda Italia. En Calabria y en Sicilia hubo cientos de incendios. Más de 150.000 hectáreas fueron destruidas en la península a lo largo del año.

2017: año negro en Portugal

El 17 de junio, en medio de una intensa ola de calor, hubo un gigantesco incendio forestal en Pedrogao Grande, en la región de Leiria, en el centro de Portugal. Las llamas avivadas por vientos muy fuertes arrasaron durante cinco días unas 24.000 hectáreas de colinas de pinos y eucaliptos.

Se trata del incendio más mortífero de la historia de Portugal, con 63 muertos, la mayoría personas que quedaron atrapadas en sus vehículos cuando intentaban huir.

Después de una nueva ola de incendios a mediados de octubre, el número de muertos por incendios forestales aumentó a un total de 117 ese año.

2010: Moscú se ahoga

En julio y agosto, más de un millón de hectáreas quedaron devastadas por incendios en la región de Riazán (200 kilómetros al sureste de Moscú), en la propia Moscú y en Nizhni Nóvgorod, así como en la república de Mordovia.

La capital rusa quedó cubierta de humo. En total cerca de 60 personas murieron y casi 200 localidades quedaron destruidas.

Fuente: Eldebate.com