Biden dijo que el cambio climático es una «amenaza existencial» y anunció medidas
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró este jueves que el cambio climático es una «amenaza existencial», al anunciar una serie de medidas destinadas a mejorar la seguridad de las personas que trabajan al aire libre y aumentar los fondos dedicados al servicio de pronóstico meteorológico, en medio de la ola de calor que afecta al país.
«No creo que nadie pueda seguir negando el impacto del cambio climático», causante de un alza de temperaturas que es una «amenaza existencial», señaló Biden en una videoconferencia en la Casa Blanca con los alcaldes de Phoenix (Arizona) y San Antonio (Texas), dos localidades especialmente azotadas por el calor.
El mandatario ordenó al Departamento de Trabajo que aumente las inspecciones en los lugares de alto riesgo, como en la construcción y la agricultura, para que se cumplan las medidas de seguridad necesarias.
Además, la cartera emitirá una alerta para informarles a los empleadores lo que deben hacer para proteger a los trabajadores.
Desde 2011, más de 400 personas murieron debido a la exposición al calor en el trabajo y miles son hospitalizadas cada año, informó la Casa Blanca citando estadísticas federales, según la cadena NBC.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, describió las olas de calor como “un momento difícil” y dijo que Biden estaba tratando el cambio climático con “la urgencia que requiere”.
“El cambio climático es real”, dijo Jean-Pierre. “Es por eso que el presidente ha tomado algunas medidas históricas para lidiar con este problema, para lidiar con el cambio climático, una crisis que mencionó en el comienzo de su administración”, agregó.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este que «la era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global», tras confirmarse que julio será «muy seguramente el mes más cálido jamás registrado», según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el observatorio europeo Copernicus.
Las tres primeras semanas de julio marcaron ya un período de calor extremo nunca antes visto en diversos puntos del mundo, especialmente en América del Norte, Asia y Europa, que provocó impactos significativos en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías locales.
La temperatura del planeta ha aumentado ya en 1,2 grados respecto a la era preindustrial, y se intentan diseñar medidas de emergencia para que este incremento no sea de más de 1,5 grados, como estipula el Acuerdo de París de 2015.
No obstante, la OMM anticipó que existe una probabilidad del 98% de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado y una probabilidad del 66% de superar temporalmente 1,5 °C por encima del promedio de 1850-1900 durante al menos uno de los cinco años.
Por otra parte, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) tiene previsto invertir hasta siete millones de dólares para mejorar los pronósticos meteorológicos y permitir que las comunidades se preparen mejor para el clima extremo.
El Departamento del Interior también invertirá unos 152 millones de dólares para expandir el almacenamiento de agua y mejorar la resiliencia climática en California, Colorado y Washington.
El anuncio se produce cuando casi el 40% de la población estadounidense enfrenta alertas por el calor, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Fuente: TELAM S.E.