La soja recupera terreno y vuelve a aumentar la superficie cultivada tras nueve años
La superficie dedicada a soja experimentará un aumento estimado en 6,2% interanual en la campaña 2023/24, tras nueve años de caída continua, según un reciente informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Estimaciones iniciales apuntan a una intención de siembra de 17 millones de hectáreas, lo que representa un aumento interanual del 6,2%.
Si las condiciones climáticas son favorables, se proyecta una producción de aproximadamente 48 millones de toneladas, en contraste con las 20 millones del ciclo 2022/23, que marcaron el peor registro del siglo.
La superficie dedicada a soja viene experimentado un marcado descenso en los últimos años, pasando de 20,25 millones de hectáreas en la campaña 2014/15 a 15,97 millones en el ciclo pasado.
Esta tendencia a la baja, que representó una pérdida de 21% del área sembrada en la última década, se debe a varios factores: además de los problemas de malezas resistentes y costosos controles, la soja ha quedado rezagada en términos genéticos, lo que limita su potencial productivo en comparación con el maíz.
Según el informe, la sequía del año pasado, aunque fue una dificultad, también dejó una gran cantidad de hectáreas disponibles que se sumarán a la siembra de soja, a pesar de la histórica falta de recursos financieros.
El panorama del maíz y el trigo
Por su parte, el maíz mantuvo una posición más estable en términos de área de siembra, con una intención constante de 8,5 millones de hectáreas para el ciclo 2023/24, favorecido por un clima propicio para la alta producción después de varios ciclos marcados por fenómenos climáticos adversos.
Si las condiciones se mantienen estables, se estima una producción de alrededor de 56 millones de toneladas de maíz para el ciclo 2023/24.
En tanto, el trigo enfrenta dificultades relacionadas con la falta de agua en las últimas semanas y aunque las condiciones actuales del cultivo son buenas a muy buenas, la sequía persistente podría afectar el potencial de rendimiento.
A pesar de estas condiciones desafiantes, se estima un área de siembra de trigo de 5,4 millones de hectáreas y una producción proyectada de 15,6 millones de toneladas.