Lula da Silva confirmó el ingreso de Brasil a la OPEP+: promoverá la superación de la energía fósil
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó este sábado que Brasil se convertirá en el segundo país de Sudamérica en formar parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) a partir del 2024, y que allí buscará convencer a los demás países a que abandonen paulatinamente los combustibles fósiles.
El país posee importantes yacimientos offshore y una producción que totalizó los 3,67 millones de barriles diarios en septiembre último, con un incremento de 17% respecto del mismo mes del año anterior y de 6,1% en comparación con agosto, según datos de la propia OPEP.
De esta forma, Brasil es el mayor productor de América Latina desde 2016 y es uno de los diez principales del mundo.
El organismo está conformado por 13 miembros (Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Venezuela, Libia, Emiratos Árabes, Argelia, Nigeria, Gabón, Angola, Guinea Ecuatorial y Congo) y 10 productores aliados, encabezados por Rusia.
Brasil formará parte de este segundo grupo a partir de enero de 2024, según confirmó este sábado Lula en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28) que se desarrolla en la ciudad de Dubái.
“Todo el mundo estaba asustado por la posibilidad de que Brasil se uniera a la OPEP. Brasil no participará en la OPEP, sí participará en la OPEP+”, afirmó el mandatario brasileño en un encuentro con la sociedad civil en la cumbre, según una transcripción enviada por la Presidencia brasileña que fue difundida por la agencia AFP.
Para Lula, “es importante” que Brasil participe “para convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir los combustibles fósiles”.
“Prepararse significa aprovechar el dinero que ganan con el petróleo y hacer inversiones, para que un gran continente como América Latina pueda producir los combustibles renovables que necesitan», explicó.
En un mensaje posterior en su cuenta de X (ex Twitter), Lula subrayó “la importancia de superar a política de combustibles fósiles, para que los países que se benefician de esta política puedan invertir en la energía del futuro, la energía verde. Esta superación es un deseo, pero el camino de llegar a ella es un desafío”, enfatizó.
La presencia de Brasil en el cártel de países petroleros generó críticas de organizaciones ecologistas presentes en Dubái.
Lula llevó allí una agenda de defensa de la selva tropical, incluyendo una propuesta de financiamiento de la lucha contra la deforestación que implicaría lograr financiamiento internacional a cambio de preservar los bosques.
Frente a los cuestionamientos, Lula comparó la presencia de Brasil en la OPEP+ con la participación que tuvo Brasil como país invitado en la última cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, en mayo último.
“Participo en el G7 desde que gané la presidencia de la República. De hecho, soy el único presidente que ha asistido a todas las reuniones del G7. Voy allí, escucho, sólo hablo después de que hayan tomado su decisión y me voy», explicó a los activistas asistentes al encuentro en la COP28.
La integración de Brasil en la OPEP+ había sido ratificada por la propia organización el jueves pasado durante su última cumbre ministerial.
“Brasil se unirá al Consejo de Cooperación de la OPEP+ desde enero de 2024”, ratificó un comunicado de la organización.
El ingreso se da luego de que países como Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes, todos miembros de la OPEP, fueran invitados este año a formar parte del bloque de los Brics.
La entrada no implicará que el país sudamericano participe de la política de cuotas que aplica la OPEP para controlar el precio del crudo, según anticipó el presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, en declaraciones difundidas por la agencia ANSA.