¿Cómo han impulsado la demanda y los nuevos hábitos de consumo a la producción sustentable de alimentos?
Caminar hacia una producción sustentable de alimentos es uno de los mayores retos que se enfrenta en todo el mundo, pues se deberá alimentar a 9 mil millones de personas que poblarán el planeta en 2050.
Si bien, se calcula que aumentará la demanda de alimentos, piensos y fibras en un 60%, datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), también apuntan que un tercio de todos los alimentos a nivel global se pierden o se desperdician.
De acuerdo con el mismo organismo, “para lograr un desarrollo sostenible, es indispensable que existan cambios fundamentales en la manera en que se producen, procesan, transportan y consumen los alimentos”.
Esa es la evidencia más significativa que muestra en qué medida la forma de producir y consumir alimentos cada vez ha generado una tendencia más insostenible con los ecosistemas y recursos naturales del planeta.
En ese sentido, hoy se busca:
- Agricultura y producción sustentable de alimentos, que sean más amigables con el medio ambiente.
- Que se utilicen menos pesticidas, fertilizantes y herbicidas químicos.
- Obtener una alta producción mediante el uso de compuestos orgánicos que se encuentran de manera natural en el suelo o en el ambiente.
Los alimentos sustentables son aquellos cuyo modo de producción y consumo no perjudica al medio ambiente. Una alimentación de este tipo se convierte en un apoyo para obtener:
- Alimentos orgánicos o agroecológicos (obtenidos bajo un modo de producción sin químicos o pesticidas que no cuentan con la certificación oficial de orgánicos).
- Alimentos de estación o producidos cerca del lugar de compra, cuyo transporte requiere menos energía.
Producción sustentable, la clave para cuidar al medio ambiente
“El dominio de la sustentabilidad ha tomado impulso desde el 2020, y ha sido una de las principales tendencias señaladas por la consultora de mercado de Innova Market Insights, reconociendo que la producción sustentable de alimentos y las expectativas de los consumidores sobre este tema son más altas que nunca”,señala Eduardo Molina, Director Comercial de Etadar by Deiman.
Hoy las empresas se están enfocando en prácticas más sostenibles, desde la producción hasta el embalaje, buscando reducir la huella de carbono y minimizar el desperdicio de alimentos.
Esta expectativa está impulsando a los fabricantes de alimentos y bebidas para que prioricen la ecoeficiencia, especialmente en la reducción de los desechos de alimentos y plásticos.
El uso de materiales biodegradables en el empaquetado y las estrategias para reducir el desperdicio en la cadena alimentaria solo algunos ejemplos de cómo la sostenibilidad está redefiniendo y marcado mejores prácticas en el sector alimentos.
Aunado a ello, apunta Molina, los consumidores esperan cada vez más que:
- Las empresas inviertan en sustentabilidad, pero ya no se trata sólo de envases reciclables, sino de hacer que todo el ciclo de vida del producto sea sustentable.
- El proceso sustentable empiece desde las prácticas agrícolas hasta las fábricas eficientes en el uso de recursos, pasando por el desperdicio de alimentos y la reducción del desperdicio de envases.
Los consumidores se dan cuenta día tras día que los recursos alimentarios mundiales son más limitados. Una investigación de Mintel revela que cuatro de cada cinco personas (80%) están de acuerdo en que reducir el desperdicio de alimentos es tan importante como reducir el desperdicio de envases.
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Estrategias para la obtención de alimentos sustentables
Actualmente, el cambio climático supone un daño ambiental generado por la producción de gases de efecto invernadero, originados a su vez por prácticas agrícolas y/o de producción.
Por ello, para poder desarrollar alimentos sustentables se debe evaluar muy detenidamente la forma en que éstos se producen, comercializan, consumen y se convierten en residuos.
No hay una solución única que pueda aplicarse a todas las situaciones, pero la estrategia de la Unión Europea en relación a la gestión de residuos se fundamenta en los siguientes cuatro principios:
- Prevención: La producción de residuos tiene que reducirse y, cuando sea posible, evitarse.
- La responsabilidad del productor y quien contamina paga: Los que producen residuos o contaminan el medio ambiente deben pagar todos los costos de sus acciones.
- Precaución: Tienen que anticiparse todos los problemas potenciales.
- Proximidad: Los residuos deben eliminarse lo más cerca posible de su origen.
Estos principios se concretan en una estrategia general que establece una jerarquía de operaciones de gestión de residuos:
- Prevención de los residuos
- Reciclado y reutilización
- Eliminación definitiva
Bajo esos principios han surgido iniciativas como Save Food con el objetivo de influir en los siguientes actores:
- Industria de alimentos
- Fabricantes de embalajes
- Creadores de políticas
- Investigadores
La finalidad es reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos a lo largo de las cadenas de suministro.
Otros estudios van encaminados a la recuperación de la biodiversidad de los cultivos, pues existe evidencia de que:
- 75% de la diversidad agrícola se perdió entre 1900 y 2000.
- Sólo cinco variedades de arroz suministran hoy el 95% del total de la cosecha en los principales países productores de arroz del mundo.
¿Qué acciones pueden realizar las empresas para una producción sustentable de alimentos?
De acuerdo con Noelia Sánchez, Profesora del Área de Medio Ambiente en Bureau Veritas Centro Universitario, las empresas pueden optar por:
- Desarrollar productos y técnicas de producción que reduzcan la generación de residuos. De esta manera no sólo se reducirá el volumen de residuos y se consumirá menos energía y materiales, sino que también se puede ahorrar dinero.
- Limitar la cantidad de envases en que se ofrecen los productos y planificar con las autoridades locales la manera de aprovecharlos para que puedan volver a usarse.
- Animar a los proveedores a que reduzcan la cantidad de envases con que entregan sus productos.
Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con metas al 2030, el número 12 establece que se deben “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”, donde:
- El consumo y la producción sustentable deben fomentar el uso eficiente de los recursos y la eficiencia energética.
- Para ello se deben desarrollar infraestructuras sostenibles y facilitar el acceso a los servicios básicos, con el objeto de promover planes de desarrollo orientados a reducir los costos económicos, ambientales y sociales, de las presentes y futuras generaciones.
El modelo de producción permitirá:
- Reducir los riesgos para la salud
- Reducir los impactos al ambiente
- Asegurar el cumplimiento de la normativa legal
- Aumentar la competitividad de la actividad empresarial
De acuerdo con la FAO, para ser sostenible la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, y la equidad social y económica.
De esa manera, tanto a alimentación y agricultura sostenibles contribuirán a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria:
- Disponibilidad
- Accesibilidad
- Utilización
- Estabilidad
Así como a las tres dimensiones de la sostenibilidad: ambiental, social y económica.
Desarrollo de alimentos sustentables en México y en el mundo
En México los consumidores buscan alimentos orgánicos que sean ajenos a residuos tóxicos procedentes de agroquímicos y en los que, por la naturaleza de los insumos, preserven el valor y la calidad nutricional.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), las regiones con más producción de orgánicos son: Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Baja California, Sur, Guerrero, Yucatán, Chihuahua, Sinaloa, Colima y Veracruz.
Entre los principales alimentos orgánicos en México destacan:
- Café, hortalizas, jitomate, chile, calabaza, pepino, cebolla, ajo, chícharo, berenjena, melón, aguacate, mango, plátano, naranja, piña, litchi, papaya, jamaica, ajonjolí.
- Plantas aromáticas y alimenticias.
- Vainilla, cacao, soya, frijol, cártamo, jengibre, nopal, maíces de especialidad, miel.
- Leche y derivados, carnes, huevo.
En esta tendencia por alimentos orgánicos, se debe saber que para comer de forma similar para 2050, tendría que existir una reducción en un 50% del desperdicio de alimentos y el alto a la expansión de tierras cultivables, según un estudio de The Lancet.
Frente a la necesidad de producción de alimentos sustentables con poco impacto ambiental, la tecnología será un aliado poderoso. El sitio iLab.net, señala algunos ejemplos:
- Carne hecha a base de plantas o producida en laboratorio.
- “Huevos” producidos a partir de frijol mungo.
- La proteína alternativa más popular que salió al mercado, la “hamburguesa imposible”, que se comercializa en Estados Unidos y que tiene un parecido en textura, apariencia visual y sabor que la carne.
- Verduras y frutas ecológicas.
La investigación y desarrollo de nuevos productos continúa, pero el objetivo es claro para los distintos eslabones de la cadena de producción de alimentos: hacer más sustentable el sistema alimentario.
La participación de los productores de alimentos es fundamental, ya que sus conocimientos y el uso adecuado de sus tecnologías permitirán mitigar el cambio climático, además de cuidar de los recursos y utilizarlos de forma sustentable.
Fuente: The Food Tech