Corrientes: el ‘pulmón verde de Argentina y el Mundo’
Las forestaciones desempeñan un papel vital como reservorios de dióxido de carbono, contrarrestando el calentamiento global generado por la actividad humana, particularmente el uso masivo de combustibles fósiles. En este contexto, Corrientes se destaca como un pulmón verde esencial para la Argentina y el mundo.
La captura de dióxido de carbono: un proceso natural y sostenible
Los árboles poseen una notable capacidad para captar dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera, fijándolo en su madera y otros componentes estructurales. Este proceso natural de captura y almacenamiento de carbono es fundamental para mitigar los efectos del cambio climático. La forestoindustria, al procesar la madera, contribuye a esta mitigación al producir diversos productos como papel, muebles, utensilios de cocina y lápices, que continúan almacenando carbono por varias décadas.
Cuando un árbol muere o se quema, el carbono almacenado es liberado nuevamente a la atmósfera, generando un ciclo de carbono positivo. Sin embargo, al utilizar madera proveniente de bosques cultivados, se puede captar de manera sustentable el carbono atmosférico y fijarlo en productos de uso cotidiano, promoviendo un ciclo de carbono negativo que beneficia al medio ambiente.
Corrientes: el ‘Gran Centro de Mitigación de CO2 en Argentina’
Aproximadamente un tercio de las emisiones de CO₂ de origen humano son absorbidas por los bosques. En este sentido, Corrientes, con más de 500.000 hectáreas forestadas, se erige como la provincia con mayor superficie de bosques implantados del país. Esta área está compuesta predominantemente por especies de pinos y eucaliptos, con un potencial significativo para aumentar su superficie de plantación en un 300% o 400%, lo que convierte a Corrientes en la provincia con mayor potencial de fijación de dióxido de carbono en Argentina.