Lanzaron una Guía de Buenas Prácticas Tamberas
La Comisión de Lechería de la Red BPA, integrada por representantes de 25 instituciones vinculadas con el sector lechero bovino, consensuaron y elaboraron una Guía de Buenas Prácticas que debería tener un tambo.
De acuerdo a las tendencias actuales los consumidores tienen interés en adquirir productos no solo de acuerdo a su calidad sino también a cómo fueron producidos. La calidad entonces es reconocida en el producto en sí y en todo su proceso desde la producción primaria.
En respuesta a estas exigencias surge la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) como resultado de un proceso de intercambio entre las principales entidades públicas y privadas de Argentina, contando actualmente con más de 90 instituciones.
“Los integrantes de la Comisión de Lechería de la Red BPA sentimos una gran satisfacción al presentar esta guía de buenas prácticas lecheras destinada a tamberos, profesionales del agro, entusiastas lecheros, operarios y aquellos inquietos, preocupados y ocupados por lograr leche sana”, dice en su prólogo el trabajo presentado.
El documento contiene 13 capítulos, que van desde la gestión del personal y el bienestar animal hasta el manejo ambiental y de residuos, escritos con terminología sencilla, entendible y adecuada para motivar al lector a aplicar o mejorar las BPA en todos los sectores y categorías de animales que involucra el tambo.
“Esta guía de buenas prácticas –señala el documento- es una herramienta que permite el aseguramiento de la calidad de la leche en los tambos e introduce un cambio de paradigma: pasar de sistemas enfocados sólo en la calidad final de la leche a sistemas proactivos basados en el control, el orden y la mejora de procesos, trabajando en la prevención con capacidad de planificación y anticipación, y manteniendo una coherencia hacia las normas internacionales, buscando así la excelencia de su eslabón primario, el tambo.
La producción de leche en Argentina tiene un proceso de concentración creciente. El tambo promedio de hoy tiene tres veces más vacas que hace veinticinco años y en muchos casos con la misma infraestructura.