¿Cuánto cuesta instalar paneles solares en nuestra casa?
Un hogar promedio consume aproximadamente 250 kWh por mes y en estos tiempos en los que no salimos mucho de nuestras casas, las facturas pueden dispararse aún más. En este marco, los paneles solares surgen no sólo como una buena inversión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que generan los combustibles fósiles, sino también como una forma de minimizar nuestros gastos energéticos.
Si bien los costos de los paneles han ido disminuyendo en el tiempo, aún se espera que sean menores, como también se busca que haya mayores incentivos o beneficios por la instalación de estas energías limpias y una actualización de tarifas eléctricas a fin de reducir los períodos de repago de estas grandes inversiones. Por lo que, para el análisis de viabilidad económica, se consideran dos escenarios.
El primero -escenario actual- contempla las tarifas actuales de las distribuidoras aunque no se considera de equilibrio debido a que no refleja las considerables variaciones en costos de energía e inflación de los últimos años. En este caso, los períodos de repago no resultan muy atractivos. El segundo -escenario sin subsidios- asume tarifas previamente consideradas de equilibrio en el mercado eléctrico, donde los precios reflejan con mayor aproximación los costos reales de generación y distribución de la energía eléctrica. La amortización de los paneles en este caso puede acercarse a los 14 años, considerando una vida útil de 30 años.
Si bien no se sabe si habrá una segunda actualización tarifaria en lo que resta del año, es esperable que dentro de la vida útil del proyecto las tarifas sean actualizadas hasta alcanzar valores de equilibrio que requieran un menor nivel de subsidios en el sector eléctrico a nivel de la demanda.
Asumiendo una instalación de un sistema de generación distribuida de 7 paneles de 450 W cada uno, se podría obtener una generación neta de 350 kWh/mes, con una inversión inicial de 5.300 dólares. Esto permitiría un ahorro económico para el usuario sustentado en el autoconsumo de energía eléctrica (ahorro a precio minorista) y la inyección de excedentes a la red, compensada mediante una tarifa establecida que corresponde al precio mayorista. A su vez, esta inversión cobra especial interés en estos tiempos de inestabilidad y brecha cambiaria, donde el cepo al dólar canalizó estos ahorros a la compra de bienes de uso de fuerte componente importado.
¿Cuánto sale?
El precio de los paneles solares puede ser muy variable ya que no sólo dependen de la calidad, si no también de la potencia de cada uno y de la cantidad a instalar. De acuerdo a la ley nacional N° 27.424, y su normativa complementaria, un usuario puede instalar desde la unidad mínima de potencia, es decir, un solo panel fotovoltaico, hasta la potencia equivalente a la que tiene contratada con el distribuidor para su demanda. La cantidad, por lo tanto, va a depender de la inversión y ahorros que quiera realizar el usuario.
Además, no es lo mismo tener que requerir de un banco de baterías para almacenar energía, que eleva el costo de la instalación pero se independiza del proveedor, que poder estar conectados a la red con la posibilidad de obtener ahorros tanto por autoconsumo como por inyección (generación distribuida).
Según el informe “Herramientas para fomento de instalaciones solares fotovoltaicas en la Ciudad de Buenos Aires”, una instalación solar conectada a la red con 7 paneles de 450 W (monocristalinos) y 14 m2 de superficie de captación, podría esperar una generación anual neta 4.186 kWh/año (349 kWh/mes).
Superponiendo el perfil de carga residencial con la curva de generación diurna del sistema solar fotovoltaico, existe una proporción de energía generada por el sistema que es utilizada por los consumos internos (autoconsumo aproximado del 40%) y una energía sobrante que es inyectada a la red de distribución. Este porcentaje de autoconsumo es debido fundamentalmente a que el pico de máxima demanda del usuario residencial (entre las 18 y 21 hs) se encuentra desplazado respecto al pico de máxima generación del sistema (mediodía). Es decir, un usuario con estas características estaría autoconsumiendo 1.674 kWh/año e inyectando 2.512 kWh/año. Considerando el escenario actual para una categoría residencial T1-R5 (consumo promedio entre 450-500 kWh), los ahorros serían aproximadamente 110 dólares por año con respecto a la energía autoconsumida, mientras que la inyectada es compensada a precio del Mercado Eléctrico Mayorista siendo aproximadamente 75 dólares por año. Considerando el escenario sin subsidios, los ahorros serían 248 dólares por autoconsumo y 176 dólares por inyección, según las cifras reportadas por el informe mencionado.
La inversión inicial -incluyendo panel, inversor, estructura, materiales eléctricos y la instalación- para un hogar con tarifa T1 y la instalación descrita anteriormente, resultaría aproximadamente USD 5.300, dónde para el escenario sin subsidios el periodo de recupero es de 14 años, mientras que para el periodo actual es de 29 años. Cabe aclarar que, para los sectores comercial e industrial, los periodos de recupero son menores.
Claramente pueden haber instalaciones más pequeñas que proveen un menor consumo por mes, por ejemplo con 3 paneles solares policristalinos de 270 Wp, es decir un total de 810 Wp, podríamos generar aproximadamente 108 kWh/mes, siendo la inversión inicial menor a 1.500 dólares. En cada caso va a depender de las necesidades y viabilidad de cada proyecto, no obstante se recomienda no sobredimensionar el proyecto ya que los periodos de recupero podrían aumentar en caso de tener que inyectar a la red todo el excedentes a precio mayorista.
Cabe destacar que, la continua reducción en los precios de los paneles fotovoltaicos son el principal propulsor de la caída del costo del sistema en su conjunto, y con ello, la disminución en el costo de la energía eléctrica generada por dicha tecnología.
¿Qué tenemos que considerar para instalar un panel solar?
El dimensionamiento y por lo tanto el costo de una instalación solar para una vivienda, debe estar presupuestado según la superficie de techos disponible, los consumos, la potencia requerida, la disponibilidad del recurso solar y el estudio de sombras, entre otras cuestiones. Sin embargo, se pueden estimar costos y factibilidad de un proyecto considerando ciertos aspectos.
Lo primero que recomendamos hacer es conocer nuestro consumo energético. Para esto podemos analizar nuestras facturas de electricidad, hacer un relevamiento o medir en tiempo real cuánto estamos consumiendo. Una vez que sepamos cuánta energía eléctrica consumimos en nuestros hogares (expresada en kWh) ya podemos calcular cuantos paneles necesitaremos.
La superficie que puede ocupar un panel solar depende también del tamaño y de la potencia, por ejemplo uno de 450 W puede ocupar 2 m2 o 1,6 m2 uno de 300 W y uno de 100 W puede ocupar aún menos. Los paneles pueden ser instalados en cualquier parte (terrazas, techos o mismo sobre el suelo), siempre y cuando tengan el espacio suficiente, la radiación adecuada y que se evite el sombreado. También existen paneles flexibles, que si bien pueden tener menor eficiencia, pueden ir colocados sobre las paredes. Los paneles transparentes también son otra tecnología que está teniendo furor últimamente.
¿Sabías que si a los paneles le da aunque sea una pequeña proporción de sombra podría afectar el 100% de nuestra producción? De esto depende también el tipo de paneles que instalemos.
La tecnología más comercializada actualmente a nivel mundial es la de paneles de silicio monocristalino tipo PERC (Passivated Emitter Rear Cell). Esta permite aumentar la eficiencia en absorción de radiación solar e incorpora una topología llamada “half-cut” o “half-cell” que cuenta con la ventaja constructiva de tener su celdas partidas, con el objetivo de que si una mitad del panel recibe sombreado, lo cual es muy frecuente en aplicaciones urbanas, su generación no es anulada por completo sino que la otra mitad sigue generando.
La ubicación geográfica es otro aspecto fundamental para conocer la radiación solar que disponemos en la zona a instalar así como también la capacidad de generación que podríamos tener. Existen buenas herramientas online que nos pueden facilitar información, por ejemplo el Global Solar Atlas. A su vez, hay que considerar la ubicación óptima para la captación del recurso, tanto su orientación como por el efecto de sombreado de edificaciones contiguas u otros objetos. En todos los casos del hemisferio sur, siempre deberá facilitarse una instalación donde los paneles solares sean orientados hacia el norte y con una inclinación similar a la latitud donde se encuentran, y así maximizar la producción de energía anual. En la “Guía del Recurso Solar” realizada por la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética se puede encontrar un compilado de información gráfica y numérica para el dimensionamiento de sistemas solares fotovoltaicos y térmicos en nuestro país.
El promedio anual de radiación en el plano inclinado óptimo (siendo para CABA 34°) arroja una producción anual bruta de 1.642 kWh por cada kW de paneles instalado. No obstante, hay que estimar también las disminuciones que tendrán por pérdidas por orientación e inclinación en espacios que no sean óptimos para su máxima producción, como también otras pérdidas debido al rendimiento y eficiencia de los equipos y conexiones. Según el informe mencionado, estas pérdidas se podrían estimar en un 15%, arrojando una producción anual neta de 1.395 kWh/kWp.
Se estima que la generación distribuida será la aplicación que hará aumentar más rápidamente la capacidad instalada solar fotovoltaica a nivel mundial, aumentando seis veces respecto de la capacidad actual en los próximos diez años. Es esperable también que para 2050, cerca del 60% de la capacidad instalada solar fotovoltaica corresponda a proyectos de gran escala, mientras que el 40% restante será gracias a la aplicación de generación distribuida.
Fuente: Energía On line