La creciente necesidad de metales arriesga la viabilidad de la transición energética y digital
La creciente necesidad de metales «pone en riesgo» la viabilidad de la transición energética y la digital. Según el informe ‘Metales para una Europa verde y digital. Un plan de acción’ realizado por la Green European Foundation y un grupo de fundaciones europeas, entre ellas la española Transición Verde, y también liderado por el think tank holandés ‘Wetenschappelijk Bureau Groenlinks’.
Según informa Transición Verde, la Comisión Europea asegura que para el año 2030 la Unión Europea (UE) necesitará hasta 18 veces más litio y 5 veces más cobalto que su consumo total actual, sólo para cubrir las baterías de los coches eléctricos y el almacenamiento de energía. Para 2050 prevé que esta cifra aumente a casi 60 veces más litio y 15 veces más cobalto e igualmente, la demanda del escandio, el itrio y los 15 lantánidos podría multiplicarse por 10 para esa misma fecha. En la actualidad estos metales se emplean en coches eléctricos, turbinas eólicas y dispositivos digitales.
Además, Transición Verde sostiene que a esta situación hay que añadir que quien posea estos metales o sus derivados procesados «podrá ejercer una mayor hegemonía en el mapa geopolítico». Actualmente la UE depende principalmente de China para muchos de estos elementos, y para reducir dicho riesgo la UE «pretende aumentar lo más posible su autonomía en una serie de elementos que considera estratégicos», lo que implicaría «un reajuste de las relaciones internacionales y hacer lo posible por extraer esos elementos dentro de nuestras fronteras cuando estén disponibles», que provocará que los proyectos mineros aumenten dentro de las fronteras europeas.
Por ello, la organización destaca propuestas políticas para las administraciones en todas las escalas como pedir a la UE que prohíba la obsolescencia programada y la irreparabilidad; que desarrolle requisitos de diseño para limitar el uso de los recursos de hardware, de energía y de datos e intensifique el apoyo a la creación de valor agregado y a la diversificación económica en el Sur Global.
A los Gobiernos nacionales les pide introducir bonificaciones de retorno o depósitos en los aparatos electrónicos, baterías portátiles, y otros productos que contengan metales e igualmente, que se use la flexibilidad del régimen del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de la UE para reducir o suprimir el IVA en los servicios de reparación, mantenimiento y venta de segunda mano.
Por último, insta a los Gobiernos locales y regionales a trabajar en la reducción ambiciosa de la propiedad privada de automóviles en zonas urbanas que mejore las conexiones de movilidad en transporte público y favorezca los vehículos compartidos y también, que promueva la recogida selectiva de los residuos electrónicos e impulse el «rescate» de los productos cuya vida útil pueda prolongarse.
El presidente de Transición Verde, Pepe Larios, asegura que la transición energética es «necesaria para hacer frente a la emergencia climática» y para «la intensificación de la digitalización propuestas por la UE se enfrenta al cuello de botella que supone la ingente cantidad de tierras raras y metales estratégicos necesarios y habrá que priorizar, ya que ambos objetivos compiten por esos mismos materiales».
«La falta de estos metales estratégicos en Europa y la suciedad ambiental y social de la minería debe obligar a una seria economía en el uso de recursos, destinándolos a los productos más rentables socialmente. Y, sobre todo, debemos asumir que tendremos que consumir menos kilovatios por hora y gygabytes», ha dicho Larios.
Por su parte, la eurodiputada holandesa del Grupo Verde, Kathalihne Buitenweg, ha explicado que si las generaciones futuras preguntasen «cuál será nuestro legado, un suministro de energía limpia y un clima habitable sería sin duda una respuesta más satisfactoria que videojuegos en línea de gran realismo y anuncios publicitarios personalizados».