La tecnología de la fertilización se sigue consolidando, contribuyendo a la generación de rendimientos y mejorando la sustentabilidad
Según un relevamiento de Fertilizar Asociación Civil, entidad cuyo objetivo es promover el uso responsable de la fertilización de cultivos, los análisis preliminares del mercado de fertilizantes durante el año 2021 indican un crecimiento entre un 6 y 8% respecto del año anterior, lo que se traduce en un consumo total de más de 5,6 millones de toneladas.
“Este crecimiento se explica por una consolidación en la superficie sembrada de las principales gramíneas en la rotación, principalmente a trigo, maíz y sorgo, lo que genera amplios beneficios al sistema, ya que permite mejorar el balance de carbono y por consiguiente la materia orgánica del suelo”, comentó Francisco Llambías, presidente de la entidad.
Desde Fertilizar AC afirman que las dosis de fertilizantes utilizadas en gramíneas, han mejorado su nivel de aplicación, sobre todo traccionado por los buenos precios de los cereales.
“En gramíneas, si bien aún queda por crecer, se ha registrado una gran mejora en las estrategias de fertilización, que, asociadas a las buenas precipitaciones ocurridas en la campaña de la fina, estarían concluyendo en una gran cosecha trigo 2021. En cuanto al crecimiento de la práctica en soja, es aún insuficiente, necesitando este cultivo optimizar aún más su nivel tecnológico, contemplando nutrientes como fósforo y azufre fundamentalmente”, agregó Ma. Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de Fertilizar AC.
Cabe destacar que el crecimiento de este año se da en el marco de la implementación de Buenas Prácticas Agropecuarias, a través del correcto uso de la fertilización y las mejoras en su aplicación, lo que contribuye a reforzar el foco de la institución en la sostenibilidad del ambiente productivo, y la calidad de los alimentos que se producen y llegan a la mesa de toda la población.
“Desde Fertilizar celebramos que cada año el uso esta tecnología se fortalezca y sea considerada fundamental para poder alcanzar altos rendimientos en los cultivos, traduciéndose en beneficios no sólo a nivel productivo, sino en cuanto al cuidado del recurso suelo y el ambiente productivo”, concluyó Llambías.