Pulgón Amarillo, una nueva amenaza en el cultivo de sorgo
Por Pablo Méndez, Coordinador de Casafe Región Buenos Aires y La Pampa.
Durante la campaña 2020/2021, surgió un nuevo desafío para el monitoreo y control de plagas en el cultivo de sorgo: la aparición del Pulgón amarillo (Melanaphis sacchari). Esta plaga es originaria de África y del Medio Oriente. En la actualidad se distribuye en todos los continentes. En 2013 se detectó por primera vez en México, en y a partir de allí es que ha tomado gran importancia por las pérdidas que ocasiona en el cultivo de sorgo. En nuestro país, tomo creció en relevancia el año pasado
Si bien la plaga ya se encontraba en nuestro país en ataques en el cultivo de caña de azúcar, este nuevo pulgón sería un biotipo con preferencia específica en el cultivo de sorgo. Su coloración es amarillenta, pero dependiendo de la planta hospedante y de las condiciones ambientales, pueden variar entre: color amarillo pálido, amarillo-marrón, marrón oscuro, púrpura o incluso rosado.
El pulgón amarillo del sorgo atraviesa cuatro estadíos ninfales, que puede cumplir en 5 a 9 días, para convertirse en adulto. La etapa adulta normalmente presenta una duración de 22 a 24 días y puede producir entre 68 y 86 ninfas/hembra (Manthe, 1992, Valverde 2018). El adulto puede ser alado o áptero (sin alas). El áptero tiene la función de la reproducción y, cuando cambian las condiciones ambientales o la calidad del alimento, se generan adultos alados cuya función es la de dispersión y colonización.
Esta plaga puede atacar en todas las etapas del cultivo de sorgo, pero el perjuicio más significativo usualmente ocurre durante las etapas posteriores al desarrollo vegetativo. El daño es causado por la succión de la savia de las hojas, que adquieren una coloración marrón. Y sufren un retraso en su crecimiento, afectando la producción (de manera general ocasiona mermas que pueden fluctuar entre el 30% al 100%).
A su vez, como daño indirecto, este insecto produce una melaza sobre la cual puede crecer Fumagina, un hongo de coloración oscura que aprovecha su melaza como sustrato y afecta la capacidad fotosintética de la planta. Existen reportes, que indican que puede transmitir virus como Sugarcane mosaci virus (SCMV), Sugarcane yellow leaf virus (ScYLV) (CAB International, 2014).
El monitoreo toma un rol protagonista en el control del pulgón amarillo. Debemos monitorear el sorgo desde el inicio del cultivo. A su vez, varios insectos han sido considerados benéficos para el control de los pulgones. Entre ellos se encuentran: las conocidas como vaquitas de San Antonio, (Coleóptera: Coccinelidae), Crisopas (Neuroptera: Chrysomelidae y Hemerobiidae) y Sírfidos (Díptera: Syrphidae). También puede haber pequeñas avispas (microhimenópteros parasitoides).
Con relación al control del pulgón con productos fitosanitarios, a la fecha no se tenían productos habilitados. Sin embargo, la problemática generada por esta plaga, principalmente en sorgo, ha crecido en los últimos meses. Es por eso que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria declaró la emergencia fitosanitaria por la plaga del pulgón amarillo del sorgo. La Resolución N° 139/2022 ya fue publicada en el Boletín Oficial y se extenderá hasta mayo del 2023. La medida, autoriza a los productores a la utilización de algunos ingredientes activos, con carácter excepcional y provisorio para el control de esta plaga.
Controlar la salud de nuestros cultivos es clave para una producción segura y responsable. Tengamos siempre presente la importancia del monitoreo de plagas en todo momento. Elijamos siempre el camino de las buenas prácticas.