Las energías renovables y la producción agrofotovoltaica fueron protagonistas de Agroactiva
En un contexto mundial donde las energías renovables representan una fuente de energía limpia e inagotable, que las convierten en un recurso cada vez más presente y muy importante tanto para el medio ambiente como para el desarrollo, el expresidente de la Cámara de Energía Renovables, Marcelo Álvarez, brindó este jueves una charla abierta orientada a la generación agrofotovoltaica.
El evento tuvo lugar en el anfiteatro de la Bolsa de Comercio de Rosario (Tecnoplaza) y contó con la presencia de un buen número de visitantes interesados en este tipo de energías sustentables.
El especialista abordó el panorama general del mercado mundial de energías renovables y se refirió también al marco regulatorio en Argentina, puntualizando en dos casos específicos de nichos para el agro como la generación agrovoltaica, que es la combinación de producción de alimentos y electricidad, y el bombeo de agua para el campo.
“La producción agrofotovoltaica permite que las hectáreas periurbanas, que tienen un buen punto de conexión eléctrica, puedan generar alimentos y electricidad al mismo tiempo, lo cual tiene un impacto considerable en el valor inmobiliario de la tierra. En España, los productores que implementaron este tipo de energías renovables han incrementado hasta un 30 por ciento el valor inmobiliario. Este tipo de energía evita además el conflicto entre la producción de alimento y la producción de energía, que es algo que va a ir creciendo con los años”, indicó Álvarez.
En lo que respecta a energías renovables el referente del área explicó que son “todas aquellas que se sostienen en el tiempo sin que se agote el recurso y las más conocidas son la solar, la eólica, biomasa, geotérmica e hidroeléctrica de baja potencia”.
“La energía fotovoltaica forma parte de nuestras vidas y ocupará un porcentaje cada vez más mayor de la matriz energética de todos los países”, puntualizó Álvarez y agregó que “la energía solar tiene varias funciones, no solo en la transición energética. Sus beneficios van más allá de la geopolítica y conducen al desarrollo social del mundo”.
La inversión en fuentes de energía limpia es una de las principales acciones recomendadas para el desarrollo sostenible, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).Sumada a la emergencia climática, la actual crisis energética (potenciada por la pandemia de coronavirus y los conflictos internacionales en curso) puso en evidencia la necesidad de “limpiar” la matriz energética mundial, “hoy podemos señalar que la energía solar presenta uno de los más bajos entre todas las fuentes disponibles” añadió el especialista.
El informe Renewable Energy 2021 destaca que la capacidad de generación de electricidad renovable debería aumentar una media de 305 GW (gigavatios) de capacidad instalada al año de aquí a 2026. Sólo la energía solar fotovoltaica representaría el 60% de este crecimiento. En teoría, considerando que 1 GW de energía solar es capaz de abastecer a unos 500.000 hogares con un consumo medio de 180 a 200 kWh, la electricidad generada por el sol tendría el potencial de abastecer la demanda de más de 400 millones de hogares.
La energía solar fotovoltaica es una de las más baratas, incluso en comparación con otras fuentes renovables y la más amigable con el medio ambiente. Entre los mayores productores de energía solar en América Latina se encuentra Brasil, responsable del 40% de la potencia instalada en la región. Le sigue México, que representa el 28%, Chile con el 16%, Argentina en cuarto lugar con el 4% y Honduras en quinto lugar, representando el 3% de la capacidad.