Cómo producir carne «carbono neutro» en Uruguay
En la producción ganadera con alternativas de manejo, es posible controlar el metano (CH3) que se libera a la atmósfera.
En la mañana del segundo día del 30° Congreso Aapresid “un congreso a suelo abierto” le tocó a la ganadería ser protagonista.
Quién disertó en una de nuestras salas fue el Ing. Agr. Fernando Lattanzi (INIA Uruguay), donde comenzó haciendo una introducción de los gases que tienen mayor protagonismo en la capa atmosférica, los cuáles son: Metano (CH3), dióxido de carbono (CO2) y óxido nitroso (N2O).
De acuerdo a estos gases, quiénes tienen mayor permanencia en la capa atmosférica son el dióxido de carbono (CO2) y el óxido nitroso (N2O) permaneciendo incluso cientos de años. En cuanto al metano (CH3), el gas más conocido en ganadería debido a que lo emiten los rumiantes, puede llegar a permanecer entre 10 y 20 años en la atmósfera ya que este metano (CH3) reacciona rápidamente con otra molécula y se transforma en otro compuesto.
En cuanto a la proporción de estos gases hay que tener en cuenta que los rumiantes dejan en el suelo restos de orina, raíces o partes de las plantas que no consumen. Esto ingresa rápidamente al suelo donde hay microorganismos que lo degradan en forma de celulosa, lo van procesando y acumulando donde finalmente una parte se acumula como materia orgánica en el suelo y otra parte se respira, se transforma en dióxido de carbono (CO2) y se vuelve a emitir a la atmósfera. Entonces la gran pregunta es: ¿Cómo hacemos carbono neutro en un sistema donde tenemos varios flujos de emisión de gases en la atmósfera?
Lattanzi respondió esa pregunta comenzando por el dióxido de carbono (CO2) emitido por los microorganismos del suelo. Según el disertante no hay muchas chances pero si una alternativa asegurada: “Todo lo que es dinámica de carbono orgánico en el suelo se viene estudiado hace mucho tiempo. Una de las formas en que la materia orgánica deja de ser utilizada a altas tasas por los microorganismos es cuando se empieza a pegar a los agregados o partículas de arcilla en el suelo. Estos micro agregados la protegen físicamente, entonces los microorganismos que se alimentaban de los restos de esa materia orgánica no llegan más y entonces queda protegida. No quiere decir que no vaya a desaparecer sino que baja mucho su tasa de utilización”.
En cuanto al metano (CH3) emitido por ganadería, Lattanzi habló sobre tres alternativas a la hora de reducirlo: la primera opción es en base a la selección genética de los animales. Hay animales con genética más eficiente en usar pasto para producir peso vivo. Hay programas de medición que a largo plazo muestran registros de bovinos y ovinos que emiten menos metano (CH3) por unidad de pasto consumido.
La segunda alternativa es la alimentación de estos rumiantes. Hay productos que se vienen usando los últimos años en Uruguay para alimentar a estos animales los cuales modifican la geoquímica del rumen y hace que emitan menos metano (CH3) por unidad de pasto consumido. Se esta comprobando sobretodo en sistemas confinados en donde se hace uso constante de aditivos.
Y la última alternativa, más clara y a corto plazo, es cualquier mejora en el desempeño de sistemas extensivos. Se recomendó subir el porcentaje de destete donde según Lattanzi, permite que el sistema sea más productivo por ende tener más rentabilidad donde se generan menos emisiones de metano (CH3), no solamente por unidad de producto sino también por hectárea.
Al finalizar la disertación Lattanzi comentó: “Veo ahora en los egresados de Agronomía que no sólo quieren realizar el asesoramiento tradicional agropecuario sino también están interesados en medir y controlar el impacto ambiental”.