Buscan sacar al yaguareté de la lista de especies en riesgo de extinción en el Chaco
Los depredadores tops como el yaguareté -el mayor felino americano- cumplen un rol fundamental en la salud de todo el ecosistema y al mismo tiempo son un enorme atractivo turístico, con el potencial de generar empleo y desarrollo en la región.
Qaramta, el único yaguareté salvaje ubicado en las 128.000 hectáreas del Parque Nacional (PN) El Impenetrable, tendrá la misión de procrear con una hembra nacida en cautiverio, esta semana, cuando se encuentren en un gran corral de la selva chaqueña sin presencia humana, mediante una iniciativa estatal y privada para sacar a la especie del riesgo de extinción.
El proyecto, que desarrollan en conjunto autoridades de Parques Nacionales, de Turismo de Chaco y la Fundación Rewilding Argentina, comenzó cuando las cámaras trampa de esta entidad ambientalista detectaron después de mucho tiempo a un yaguareté adulto en esa reserva natural.
Se trata de un ejemplar de unos cinco años y 100 kilogramos, muy andador, que en sus recorridos en busca de compañera salía del territorio protegido y corría el riesgo de morir a manos de cazadores furtivos, por lo que los expertos lograron ubicarlo, inmovilizarlo y colocarle un collar satelital que permitió su seguimiento.
Luego llevaron una hembra, Tania, nacida en cautiverio y rescatada de un zoológico bonaerense, quien en un proceso similar ya dio a luz dos cachorros en el PN Iberá (Corrientes), para repetir esa acción en Chaco junto a Qaramta, cuyo nombre expresa toda una esperanza para la especie, ya que en lengua qom significa «El que no puede ser destruido».
Para comprobar si el apareamiento era posible, ubicaron a Tania en un jaulón durante su etapa de celo, dentro del Parque, y pronto el macho salvaje se acercó al alambrado y ambos intentaban estar juntos, pero la idea es que el apareamiento, preñez y alumbramiento se concrete en un lugar natural alejado de presencia humana.
Con ese fin, la Fundación construyó en la selva un complejo de corrales interconectados con compuertas, de unos 13.000 metros cuadrados (m2), que será habilitado con el inicio del próximo celo de Tania, que estiman para el 25 de este mes y que durará unos 10 días.
El presidente del Instituto de Turismo de Chaco, Ariel Ybarra, dijo a Télam que esto marca «un momento bisagra de la recuperación de esta especie emblemática de Chaco en El Impenetrable», porque «la ausencia o extinción de una especie tiene un impacto muy grande en el equilibrio del ambiente y las demás especies de un ecosistema».
«La presencia eventual del yaguareté y la posibilidad de ir reconstruyendo la población permiten que el turismo sea una alternativa de desarrollo y una herramienta también a contribuir con la conservación de flora y fauna», apuntó.
El funcionario aclaró que «si bien hay antecedentes en el Pantanal de Brasil de tener contacto y avistamientos de yaguaretés, en condiciones seguras, acá en principio se busca la recuperación de la especie con esta posibilidad de apareamiento» y luego se trabajará en lo turístico.
En ese sentido, desde Rewilding explicaron que en Iberá, donde Tania fue preñada por otro macho salvaje, las crías recién podrán ser liberadas para vivir en la naturaleza como predadores, luego de unos tres años en que aprenderán a cazar alimento vivo que se les suministra en el corralón sin que lo asocien con ayuda humana.
Sobre la perspectiva turística, Ybarra comentó que «si bien uno no puede garantizar el avistaje es un atractivo indiscutido, porque lo mismo sucede en otros lugares donde la gente puede ir, sabiendo que esa especie está, y lo interesante es la experiencia completa, con el avistamiento de flora y fauna representativa del lugar».
«Y lo interesante de El Impenetrable -siguió- es que no es solamente naturaleza sino la experiencia, dentro y fuera del parque, con comunidades locales, que tiene que ver con los pueblos originarios y pueblos criollos, inclusive la comunidad local como anfitriona, donde el turismo comienza a ser una alternativa para generar algún otro tipo de ingreso».
Voceros de Rewilding Argentina precisaron a Télam que el complejo donde se concretará el apareamiento consta de tres corrales, que suman 13.200 m2, que demandó una inversión de 6.750.000 pesos y fue construido con mano de obra local.
En uno de los corrales, de unos 1.600 m2 estará Tania; otro de similar tamaño es al que entrará Qaramta y se cerrará para que ambos pasen al tercero, que es el más grande y donde tras el apareamiento sólo quedará la madre para criar a los cachorros, mientras el macho volverá a la libertad.
También consideraron a la construcción como una obra titánica porque se hizo en sólo dos meses y en un ambiente selvático, con altas temperaturas, humedad y gran cantidad de insectos, donde trabajaron tanto los lugareños como los diseñadores, biólogos y veterinarios que participan del proyecto.
Fuente: Gustavo Espeche Ortiz / Télam