Incendios en la Argentina: es necesaria una ley integral de Ordenamiento Ambiental del territorio
Este es un año como ningún otro. La pandemia posee implicancias sociales y económicas que van a cambiar el mundo para siempre. Mientras la comunidad internacional enfoca su atención en combatir el COVID-19, otra crisis se desarrolla en gran parte del mundo y la Argentina no está exenta con gran parte del territorio en llamas.
En un contexto de cambio climático las condiciones ambientales pueden resultar muy favorables a la ocurrencia de incendios y, si no hubo previsión, podemos lamentar consecuencias graves como las que estamos viendo hoy en muchos sectores del país.
“Hay que destinar recursos para el Sistema Federal de Manejo del Fuego apuntando a fortalecer la prevención de incendios, cumplir las legislaciones nacionales y provinciales, y un Ordenamiento Ambiental del Territorio que ponga freno a la pérdida de ecosistemas naturales, son vitales para evitar la devastación de la biodiversidad del país”, señala el director de Fundación Vida Silvestre , Manuel Jaramillo.
Fotos: Fundación Estribos, PN Río Pilcomayo, redes sociales
En Sudamérica, el fuego es un elemento natural en muchos ecosistemas. Particularmente, en la Argentina muchos de los pastizales y sabanas, como los de la región pampeana y el NEA, evolucionaron con pulsos recurrentes de fuego, a diferencia de otros ambientes similares que en otras partes del mundo lo hicieron mediante la acción de grandes herbívoros nativos (como búfalos o caballos) que modelan el paisaje.
Una menor presencia de animales similares en el continente generó que los pastizales sudamericanos fueran más dependientes de los incendios periódicos para no convertirse en otros ecosistemas con mayor abundancia de árboles y arbustos. Así, las quemas controladas pueden cumplir un rol al renovar la vegetación, reciclar los nutrientes de vuelta al suelo y contribuir al equilibrio natural del ecosistema. Los incendios, en cambio, resultan una enorme amenaza.
“En la actualidad, los seres humanos somos responsables del 75% de todos los incendios forestales a nivel global. Si continúan las tendencias actuales, habrá consecuencias devastadoras a largo plazo debido a la liberación de millones de toneladas adicionales de dióxido de carbono. Esto se suma a los impactos inmediatos que diezman la biodiversidad, destruyen ecosistemas vitales, amenazan vidas, propiedades y medios de vida y economías”, remarcan en el informe de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
En Argentina, los recientes reportes oficiales del Servicio Nacional de Manejo del Fuego sobre los incendios de Córdoba, afirman que “el 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, siendo dentro de estos los principales escenarios fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, el abandono de tierras y la preparación de áreas de pastoreo con fuego”.
Fuente: Argentinaforestal.com