¿Cómo conseguir una pesca sostenible?
Milenios después de que el ser humano buscase recursos en el mar por primera vez, la pesca aún es una de las industrias más importantes del mundo y el pescado, una de las materias primas más relevantes. Sin embargo, la sobreexplotación y las malas prácticas ponen en peligro una actividad que ha avanzado a medida que lo hacía la propia historia. La solución es reformular toda la cadena de forma que se permita la reposición de los caladeros.
Esta es una de las conclusiones del panel Del mar al plato: la cadena de valor comprometida con la pesca sostenible en España, que la organización sin ánimo de lucro Marine Stewardship Council (MSC) y Actualidad Económica han celebrado en Madrid.
En el panel, moderado por Miguel Ors Villarejo, participaron Laura Rodríguez, directora de MSC España y Portugal; Michaela Reischl, directora de sostenibilidad de Lidl; Alejandro Martínez, director de salud, sostenibilidad y calidad de Eroski; Ángeles Claro, directora de sostenibilidad y We Sea de Jealsa, y Mikel Ojanguren, director general de Arte Morhua.
Una de las ideas clave fue la necesidad de abarcar el ciclo completo, del mar al consumidor. No limitarse a que la captura sea sostenible, sino también la distribución, preparación, transporte o venta. «El inicio de la sostenibilidad en cuanto a la industria está en el mar, pero una vez en el puerto hay otra sostenibilidad muy importante: cómo lo envasamos, dónde lo producimos o qué utilizamos para producirlo», declaró Ojanguren.
Desde MSC, Rodríguez recalcó la importancia de cuidar el entorno. «No se trata de que la merluza esté en buena situación, sino de que a la hora de pescarla no hagas daños en el ecosistema», con la mente puesta en el «largo plazo».
Otro problema abordado fue la pesca ilegal, tanto a gran escala (extendida en algunos países asiáticos y sudamericanos) como a pequeña: la actividad de muchos actores tradicionales repercute en el ecosistema y el ciclo productivo.
«El pescado es una de las materias primas más comercializadas del mundo», recordó Rodríguez, por lo que también es importante «tener un enfoque global». En lo que respecta a la forma de actuar, desde la organización creen que hay que «generar incentivos positivos», y fomentar inversiones, transparencia y pedagogía para que se comprenda que hay que hacer las cosas bien (incluso cuando hacerlas mal permita, en principio, vender el producto más barato). «Es importante impulsar, incentivar, reconocer y apoyar a quienes lo están haciendo bien», admite Rodríguez. «Quien no lo hace se debe quedar fuera del mercado».
En este sentido, Ángeles Claro explicó que en Jealsa, que es al mismo fabricante y pesquera, «defender la pesca sostenible forma parte de nuestra subsistencia» Así, han de garantizar que todo lo que compran tenga un origen sostenible y legal: «lo ilegal es un foco que quita sostenibilidad».
Trasladar la idea al consumidor
La segunda clave es conseguir que la idea termine por llegar al consumidor; que entienda la importancia de alcanzar la sostenibilidad en la pesca y que no ya sólo elija este producto cuando tenga la opción, sino que lo demande cuando esto no ocurra.
«Tenemos claro el impacto que tenemos en el medioambiente», explicó Michaela Reischl, que recordó que «está en nuestro propio interés cuidar las materias primas». Una de las formas de cumplir con este compromiso es ofrecer «un surtido más amplio» para garantizar el acceso a la producción sostenible. «Creemos que con esta apuesta animamos a nuestros proveedores a meterse en ese camino hacia la sostenibilidad», aduce. «Somos el penúltimo eslabón antes del cliente, pero entendemos que la responsabilidad la tenemos que asumir desde el mar».
Alejandro Martínez tiene un mensaje muy optimista: «se ha hecho bien desde todos los actores de la cadena» y, de este modo, han conseguido que el consumidor «comience a entender» que su elección a la hora de la compra también es importante. «Hemos hecho un enorme esfuerzo informativo para que los consumidores lo entiendan».
Fuente: El Mundo