Etiquetado frontal de advertencias: en dos meses el proyecto pierde estado parlamentario
Organizaciones de la sociedad civil, a partir de cartas enviadas a los presidentes de bloque y al presidente de la Cámara de Diputados, piden que no se desaproveche la oportunidad de avanzar con una ley que protege el derecho a la salud y garantiza el derecho a la información de consumidores/as.
(Buenos Aires, 24 de septiembre) A casi dos meses de que el proyecto de etiquetado frontal de advertencias pierda estado parlamentario, distintas organizaciones de la sociedad civil enviaron cartas a los presidentes de bloques e interbloques de la Cámara de Diputados, incluidos entre ellos Sergio Massa, presidente de la Cámara, para solicitar que convoquen a sesión y se apruebe el proyecto sin cambios ni más demoras.
Las cartas fueron enviadas por FIC Argentina, FAGRAN, Consumidores Argentinos, Fundeps, Sanar y Consciente Colectivo, quienes comparten la preocupación sobre la demora en el tratamiento de la ley. “No hay motivos válidos para retrasar más la aprobación de la ley. El proyecto cuenta con amplio apoyo de la sociedad civil y académica, tanto de Argentina como de la región; con el respaldo de la mejor evidencia científica libre de conflicto de interés y con el aval de la Cámara de Senadores. Es hora de que los y las diputados/as pongan fecha para sesionar y aprueben el proyecto sin más demoras”, señaló Victoria Tiscornia, investigadora de FIC Argentina.
El proyecto obtuvo media sanción del Senado en octubre del 2020 y el 13 de julio se emitió dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, Industria y Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Industria de la Cámara de Diputados. Desde entonces, su tratamiento en Diputados está trabado. En simultáneo, la industria de alimentos y sus aliados continuan difundiendo mitos sobre el proyecto con el objetivo de dilatar su sanción. Todos estos argumentos falaces fueron desmentidos previamente por diversas organizaciones tomando la experiencia de países que implementaron la medida así como también la mejor evidencia científica libre de conflictos de interés.
Por ejemplo, uno de los mitos más recurrentes es que el etiquetado de advertencias “demoniza a los alimentos”. Sin embargo, la evidencia disponible muestra que este sistema permite a los consumidores contar con información sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos en los productos alimenticios, como azúcares, grasas o sodio. Por lo tanto, se concluye que el sistema informa, no demoniza.
Otro de los argumentos más difundidos en oposición a la política gira en torno a que el sistema de perfil de OPS contradice las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). Al respecto, en nuestro país se han realizado dos estudios de manera independiente, uno de ellos desde el Ministerio de Salud de la Nación y otro desde FIC Argentina, donde se ha evaluado el acuerdo de diferentes sistemas de perfiles de nutrientes respecto a las GAPA y ambos llegaron al mismo resultado: el sistema que mayor concordancia tiene con nuestras guías alimentarias es el desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud.
Las organizaciones piden que los y las diputados/as apoyen el proyecto y basen sus decisiones en la mejor evidencia científica disponible libre de conflicto de interés.
Sobre el proyecto de ley:
El proyecto “Promoción de la Alimentación Saludable” busca implementar un etiquetado frontal de advertencias de octógonos negros con la inscripción “Exceso en..” para advertir en los envases sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos como azúcar, grasas y/o sodio. Además, está basado en el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud, el que mejor se corresponde con las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). Esta medida es una de las intervenciones más efectivas para garantizar el derecho a la alimentación y el derecho de los y las consumidores a estar informados/as.
Fuente: FIC ( fundación Interamericana del Corazón)