COP26, día 1: la cumbre abrió con pedidos de «ambición» y llamados a la «acción»
Para muchos, la nueva Conferencia Internacional sobre el Clima organizada por la ONU representa un punto de inflexión para el futuro del planeta y de la humanidad, ya que se espera que los países participantes se pongan firmemente de acuerdo para aumentar sus objetivos de reducción de emisiones, con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, según lo acordado en 2015 en París.
Pero el mundo aún está lejos de esta finalidad y será necesario un impulso político y un esfuerzo diplomático para reparar la acción insuficiente y las promesas incumplidas que caracterizaron gran parte de la política climática internacional desde la Conferencia francesa.
Los retos de la COP26 se pueden resumir en pocas palabras, pero son tan decisivos como colosales: asegurar compromisos más ambiciosos para reducir drásticamente las emisiones, garantizar miles de millones en la financiación de la lucha para el clima, y definir las reglas de implementación del Acuerdo de París con el consentimiento de los 175 países que lo firmaron.
«Los retos van a ser el mantenimiento de las promesas que se hicieron durante el acuerdo de París; unas promesas que por lo que parece van a ser difíciles de cumplir (ya que) tenemos que mantener la temperatura por debajo del 1,5 y que todos los reportes de la ONU dicen que vamos en camino a subir a 2,7 grados, algo que haría que las consecuencias del cambio climático sean catastróficas», reportó desde Glasgow Marina Colorado, enviada especial de France 24.
El presidente de la COP26, Alok Sharma, inauguró la cumbre que se celebrará hasta el 12 de noviembre, declarando que el diálogo es «la última y mejor esperanza» para que se mantenga vivo el objetivo de limitar el calentamiento global.
«Si actuamos ahora y actuamos juntos, podemos proteger nuestro querido planeta. Así que unámonos estas dos semanas y hagamos que lo que París prometió, lo consigue Glasgow», agregó el secretario de Estado británico de Desarrollo Internacional, quien asumió formalmente el liderazgo de la conferencia.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, la mexicana Patricia Espinosa, reclamó «más ambición» para cumplir con las metas, en especial a «los grandes emisores del G20, responsables de cerca del 80 % de las emisiones globales».
La jefa del clima de la ONU gambeteó el sentimiento de desesperanza que ha dominado la previa de la conferencia y recalcó que el éxito en Glasgow es «absolutamente posible». Eso sí, remarcó que «la humanidad se enfrenta a elecciones claras y rígidas».
«O elegimos una rápida reducción de emisiones a gran escala para mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados o la humanidad se enfrenta a un futuro desolador», remarcó Espinosa.
La conferencia de la «última oportunidad» y un llamado a la «acción» de Boris Johnson
La conferencia se lleva a cabo en un momento en que se intensifican los eventos meteorológicos extremos en todo el mundo, poniendo en evidencia los efectos devastadores del cambio climático provocado por las actividades del ser humano.
«Sabemos que nuestro planeta está cambiando a peor», enfatizó Sharma en la ceremonia inaugural.
Los expertos en la cuestión climática siguen diciendo que la próxima década será crucial para invertir la tendencia, y no han cesado de alertar que solo una acción radical y transformadora ayudará a evitar impactos mucho más catastróficos.
Este viernes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, volvió a lanzar una dura advertencia, disimulando apenas su escepticismo. «Seamos claros: existe un grave riesgo de que Glasgow no cumpla», declaró.
El riesgo de fracaso está en la mente de todos. Al igual que Guterres, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que estaba «muy preocupado».
Según los extractos del discurso que dará este lunes adelantados por su oficina, Johnson llamará a «pasar de las aspiraciones a la acción» y reclamará a los países desarrollados que eleven su apoyo financiero a las naciones en desarrollo afectadas por la crisis climática, tal como prevé hacer Reino Unido, que aumentará su ayuda en mil millones de libras (unos 1.180 millones de euros) si la economía británica crece lo que está previsto. Así, su contribución alcanzaría los 12.600 millones de libras (o 14.900 millones de euros).
«Debemos pasar de las conversaciones y el debate y las discusiones a una acción real concertada en el carbón, los automóviles, el dinero y los árboles», instará el primer ministro británico.
Por su parte, Alok Sharma comunicó que «lo que tenemos que hacer aquí en Glasgow es más difícil que en París». «Es como si hubiéramos llegado al final del examen y solo quedaran las preguntas más difíciles, y se nos acabara el tiempo, ya que el examen termina en media hora», subrayó.
Activistas se movilizan en Glasgow y el G20 agita los fantasmas del fracaso en la cumbre
Los activistas también se han movilizado en Glasgow para presionar aún más a los políticos. Los miembros de la campaña ‘Extinction Rebellion’ se manifestaron el sábado, en paralelo a la llegada de la joven activista climática Greta Thunberg.
La lucha contra esta emergencia fue también un tema en Roma en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del grupo G20.
«La presidenta de la COP26, Carolina Smith, pidió a los países del G20 que cumplan con los compromisos adquiridos, algo que según lo que salió de la cumbre en Roma no parece que vaya a suceder», indicó Marina Colorado desde Glasgow para France 24. «La esperanza es que se vaya más allá de las palabras y que se pase a la acción», añadió.
El G20, que incluye a Brasil, China, India, Alemania y Estados Unidos, representa alrededor del 80% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Reportando desde Roma, la enviada especial Erika Olavarría agregó que «las esperanzas de una señal fuerte en la cumbre sobre el clima se vieron mermadas, ya que hubo desacuerdos sobre las nuevas promesas de protección del clima».
Fuente: France24