El gobierno envió al Congreso la Ley de Fomento Agroindustrial
El Poder Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados el proyecto de ley para fomentar la agroindustria, uno de los primeros anuncios del flamante ministro de Agricultura Julián Domínguez y que tiene como objetivo alcanzar exportaciones anuales por US$100 mil millones y generar 700.000 empleos en 10 años.
El proyecto, de sólo 18 artículos, crea el «régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador», que consiste en otorgar beneficios fiscales como deducción de Ganancias a empresas dedicadas a la producción y exportación de granos y ganado. Los beneficiados deberán anotarse en un registro que controlará Julián Domínguez y si son calificados obtendrán beneficios hasta el 31 de diciembre de 2025, prorrogables por 5 años más si así lo dispone el presidente de turno. Los beneficiarios deberían producir animales con un peso igual o superior a 400 kilos vivos o que dichos animales «presenten un rendimiento en playa de faena de 200. Domínguez queda facultado a elevar el peso a 450 y 250 cuando lo desee.
La ley también crea un sistema de «promoción agroindustrial para la producción sostenible», con el objetivo de «incrementar la producción agropecuaria, las exportaciones y conservar el capital natural del suelo en el marco de las buenas prácticas y las medidas de adaptación al cambio climático».
Para ello habrá tres programas de promoción dirigidos a incrementar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional, estimular la producción sustentable con fertilizantes e insumos, incluso los biológicos e incrementar la productividad de la ganadería vacuna.
Para cumplirlos, Domínguez diseñará un registro de productores y productoras de fertilizantes e insumos promovidos, donde deberán inscribirse los y las fabricantes y los productos susceptibles de beneficio.
En cuanto a los ganadores, en este caso deberán demostrar aumentos logrados en los porcentajes de destete/s de terneros y terneras; y en el peso de los animales enviados a faena.
Podrán lograr nada menos que un 50% de gastos y erogaciones deducibles del impuesto a las ganancias, correspondientes a adquisiciones de fertilizantes orgánicos e inorgánicos, insumos -incluso los biológicos-, semillas autógamas, forrajeras y hortícolas, «debidamente identificadas y fiscalizadas». Claro que se creará un cupo fiscal anual para reducir el costo del tesoro.
La iniciativa fue presentada a fines de septiembre en la Casa Rosada, con la presencia de la mayoría de las 64 entidades integrantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) que participaron de la discusión. El ahora documento oficial también lleva las rúbricas de los ministros de Agricultura, Julián Domínguez, de Economía, Martín Guzmán, y del jefe de Gabinete, Juan Manzur.