Tendencias de arquitectura sustentable
La coyuntura global le da sentido de urgencia a un diseño sustentable, consciente, eficiente e integrado con el medio ambiente; un diseño que no se entiende como un estilo o una forma de hacer arquitectura, sino como una característica transversal al quehacer contemporáneo.
Si el 2020 y el 2021 fueron los años de la biofilia y la búsqueda de un ritmo de vida y espacios más naturales y conectados, el 2022 se concentra en cambios aún más profundos: desde la conceptualización de los proyectos, pasando por materiales y técnicas, hasta los detalles constructivos, la arquitectura sustentable propone decisiones que prometen hacer una gran diferencia en nuestras ciudades
Tecnología verde
El uso de energías renovables, de sistemas de captación y reutilización de aguas, de fachadas dinámicas que regulan la luz natural y de programas que miden la temperatura interior de los ambientes para ahorrar energía, por mencionar algunos, no serán soluciones unitarias, sino parte de una decisión que empieza en el diseño y continúa a lo largo de toda la construcción.
Los verdaderos edificios inteligentes serán aquellos que, desde su concepción, se piensan para dejar la menor huella posible a lo largo de todos sus procesos.
Trazabilidad de los materiales
La oferta de materiales de construcción hechos a partir de elementos reciclados (como caucho o vidrio) da más opciones para acabados, revestimientos y enchapes. Por otro lado, preferir materiales naturales, como la piedra o la madera sustentable, no solo es una tendencia estética, sino que genera menos residuos.
Surgen materiales interesantes para la construcción, como la paja, los ladrillos o el bambú. El bambú puede llegar a tener la resistencia a la compresión del concreto y la resistencia a la tracción del acero. Pero a diferencia de esos materiales, su producción secuestra carbono en vez de emitirlo.
La renovación por sobre la demolición
Es importante entender que la industria de la construcción es una de las que más impacto genera, así que todo lo que sume en el proceso de hacer arquitectura y ciudades sustentables, será imprescindible para su desarrollo.
No es de extrañar que a partir de ahora se procure dar más oportunidad a la renovación y la restauración. “La paradoja de nuestro habitar es destruir para construir.
Tradición y conocimientos locales
Las técnicas de construcción se inspiran cada vez más en los conocimientos locales y ancestrales. Además, se aprovechan los recursos propios para evitar el gasto económico y ecológico del transporte de materiales.
En Latinoamérica, el clima y los recursos naturales juegan un papel preponderante. Quizás el concepto de lo «sustentable» cobra significado cuando todos los factores involucrados en el proyecto (el clima, la mano de obra local y los recursos disponibles) y su materialización permiten que una construcción termine siendo un ejemplo de cómo utilizar esos recursos de la manera más sensata y cuidadosa posible.
No pensar en términos de tendencia
Un proyecto de arquitectura debe incluir todos los criterios y las lógicas que tenga al alcance para que el resultado construido eleve la calidad de vida de las personas y tenga el menor impacto posible en el medio ambiente. No se puede excluir ningún factor en la ecuación.