La industria eólica ahorra US$ 3.250 millones en 2022 al disminuir la necesidad de importación de combustibles
La generación de energía renovable eólica en Argentina reduce de manera directa la dependencia al gas y al GNL importados, de acuerdo a un trabajo presentado por la Cámara Eólica Argentina (CEA). Durante 2021 la generación producida por el viento aportó 14,8 TWh y de esta manera, se desplazaron 8,5 Mm3/d de consumo de combustibles, equivalentes al 20% de las necesidades durante el período invernal y al 33% del promedio anual.
Para satisfacer la demanda interna, Argentina debe importar combustibles desde diferentes mercados, y en este contexto la apuesta por las energías renovables resulta ampliamente beneficiosa para disminuir la necesidad de divisas del país. Durante los meses de menores temperaturas, el país debe importar un promedio de 44 Mm3/d de gas, de los cuales 31 Mm3/d provienen del GNL. Estas importaciones se realizan por barco desde países como Qatar o Trinidad y Tobago; y por gasoducto, desde Bolivia.
Es así que entre 2016 y 2020, gracias al desplazamiento del consumo de combustibles fósiles por la mayor oferta eólica, el ahorro fue de más de US$ 1.300 millones. Este mismo estudio estimó que en 2021 el nivel de generación eólica permitió evitar pagos al exterior en un promedio de US$ 800 millones anuales.
Para este año 2022, teniendo en cuenta la mayor generación producida por el sector y los mayores precios internacionales, este ahorro es cuatro veces mayor y alcanza los US$ 3.250 millones.
A los actuales precios, el costo de combustible por cada MWh desplazado es superior a los 230 US$/MWh. Es decir, más que triplica el costo de un MWh renovable. Por cada 100 MW eólicos de capacidad instalada, y a lo largo de su vida útil, Argentina ahorra US$ 336 millones, multiplicando por 3 la inversión inicial. Esto resulta en un beneficio clave para la matriz energética.
El presidente de la CEA, René Vaca Guzmán, expresó que “garantizar las condiciones para un mayor desarrollo del sector eólico, y renovable en general, es crucial para lograr la fiabilidad del sistema, una mayor libertad energética, y una reducción de la dependencia al gas y GNL importados. Y además permitirá una mayor exportación de combustibles fósiles, generando un ciclo virtuoso para la economía del país”.
Fuente: El Economista