Un nuevo y gigantesco agujero coronal se abrió en el Sol y tiene el tamaño de treinta planetas Tierra
Según confirmaron los especialistas, un nuevo y gigantesco agujero coronal se abrió en el Sol y tiene el tamaño de treinta planetas Tierra.
Dicho fenómeno generará una auténtica avalancha de partículas solares cargadas, que dará lugar a tormentas geomagnéticas de categoría G1 y G2. Es decir, tormentas de mediana intensidad.
Según informa el Centro de Predicción de Clima Espacial de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), la oleada de partículas solares, que ya está golpeando nuestro planeta, podría superar los 600 km/s de velocidad.
A pesar de su espectacularidad, dicen los científicos, sus principales efectos se limitarán a la aparición de auroras boreales en latitudes poco habituales.
“El actual agujero coronal tiene entre 300.000 y 400.000 kilómetros de diámetro”, explica el científico Alex Young, de la División de Ciencias Heliofísicas de la NASA. “Y eso son entre 20 y 30 Tierras alineadas una detrás de otra”, agrega.
Los astrónomos de la NASA confirmaron que detectaron el agujero el pasado 20 de marzo, cuando apareció una enorme mancha oscura en la mitad sur de la atmósfera exterior del Sol.
Los agujeros coronales, a pesar de su nombre, no son auténticos huecos vacíos, sino zonas más frías, y por tanto más oscuras, en la atmósfera solar.
Cuando estos “agujeros” se abren en la corona, permiten un mayor flujo de la corriente de partículas cargadas, un fenómeno que conocemos como viento solar.
Ese flujo de partículas es lanzado al espacio a gran velocidad y, según la National Oceanic and Atmospheric Administration, el agujero actual está liberando vientos que viajan a más de 2 millones de kilómetros por hora.
Tal como explican los especialistas, cuando estos vendavales solares especialmente fuertes chocan con la Tierra, pueden comprimir el escudo magnético del planeta y desencadenar eventos llamados “tormentas geomagnéticas”.
Estas tormentas geomagnéticas pueden ocasionar el mal funcionamiento de diversos dispositivos electrónicos, apagones de radio o, incluso, cortes de energía, como así también auroras boreales muy lejos de los lugares habituales donde se producen.