Investigadores argentinos confirmaron la presencia de microplásticos en los pingüinos de Magallanes
Un grupo de investigadores del Conicet de La Plata y Bahía Blanca aportaron la primera evidencia de contaminación por microplásticos en pingüinos de Magallanes, al dar con el paradero de polipropileno y poliéster en sus cuerpos y que llegan a los océanos por acción humana.
Durante la última década, la evidencia científica se multiplicó casi a un nivel exponencial y generó el interés de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que puso en marcha una mesa internacional para impulsar un tratado que inste a disminuir la producción de plásticos y fomentar su reutilización.
En este caso, “tomamos ejemplares de pingüinos que murieron durante su rehabilitación después de quedar varados en la costa para analizar su tracto digestivo y hallar el rastro de ingesta de plásticos y partículas plásticas”, dicen los expertos del Instituto Argentino de Oceanografía y del Centro de Química Inorgánica “Pedro J. Aymonino”.
Los científicos argentinos se propusieron indagar acerca de los efectos que este tipo de contaminación tiene en costas y plataformas marinas y descubrieron evidencia de la contaminación por plásticos en pingüinos de Magallanes. Los resultados fueron publicados en la revista científica Marine Pollution Bulletin.
“Todos los años, los pingüinos migran desde el sur hacia Brasil. En ese trayecto, muchos se enferman y llegan en grave estado o muertos a las playas”, cuenta Tatiana Recabarren Villalón, la primera autora del trabajo.
“Nosotros tomamos ejemplares de pingüinos que murieron durante su rehabilitación después de quedar varados en la costa para analizar su tracto digestivo y hallar el rastro de ingesta de plásticos y partículas plásticas”, agrega.
Además, explica que “las aves son buenos bioindicadores porque son oportunistas y se alimentan de todo lo que flota en el agua. Pero el pingüino de Magallanes es más selectivo, elige y caza a sus presas, especialmente peces, lo que nos hacía pensar que los niveles de plásticos en su interior no iban a ser muy altos”.
“Pudimos discernir el material polimérico de origen plástico, algo muy importante que puede dar indicios tanto del origen como del foco de contaminación”, remarca.
Detección de microplásticos
“Pudimos discernir el material polimérico de origen plástico, algo muy importante que puede dar indicios tanto del origen como del foco de contaminación, como así también de las posibles consecuencias para la salud que traen aparejados los diferentes materiales plásticos”, destacó el investigador Lucas Rodríguez Pirani.
En paralelo, Andrés Arias, otro de los investigadores del trabajo, resaltó: “Si bien no tenemos una comprobación directa, muy probablemente lo que encontramos sea portado por sus presas, es decir que ellos están comiendo peces que a su vez ya habían comido antes estos plásticos”.
«Quizás, el hecho de que sea una especie carismática la que está siendo afectada contribuya a una mayor sensibilización o conciencia ambiental de todas las partes involucradas en la ruta del plástico hacia los océanos: desde la industria petroquímica hasta los usuarios finales”, concluyó Arias.