Miden emisiones por kilo de carne considerando la captura del suelo
La Ing. Agr. Inés Di Napoli egresó de la Universidad de Mar del Plata en los ’90 y años después desarrolló la Plataforma Única de Monitoreo Ambiental, conocida como PUMA, una tecnología digital para almacenar datos de los procesos productivos y tomar decisiones en base a métricas. Recientemente dio un paso más lanzando la primera calculadora de huella de carbono de la Argentina que contabiliza las emisiones del ganado y el secuestro de los suelos, brindando un balance por kilo vivo. En diálogo con Valor Carne la especialista contó cómo surgió esta innovación y cómo puede aprovecharla el productor para hacer negocios.
“Cuando me recibí empecé a trabajar en agricultura por ambientes y vi la enorme cantidad de información que se generaba a partir de sensores remotos, mapas de rendimiento, de altimetría y demás. Los productores iban almacenándola en sus computadoras y cuando querían armarla por hábitat era un verdadero desafío. Ni que hablar si la perdían y no tenían backup”, recordó Di Napoli, oriunda de un pueblo agropecuario, Copetones, Buenos Aires, y proveniente de una familia que brindaba servicios a la producción.
“Pronto me di cuenta de que necesitábamos un sistema digital para monitorear los procesos, aprovechar los datos y dejar de cometer errores por no tener las métricas que los indicaban. Lo fui pensando durante años, pero no tenía los medios como para llevar adelante el proyecto”, contó.
Con esa visión nació PUMA en 2015 como una sociedad anónima que comenzó con el monitoreo de cultivos. Luego incluyó a la ganadería y pronto entendió que para avanzar había que medir también el impacto ambiental de los procesos.
“Soy la CEO de la firma, me da mucho orgullo decir que está liderada por una mujer y que tenemos accionistas, cuando sólo el 4% de las inversiones que se realizan en AgTech se destinan a aquéllas dirigidas por el sexo femenino. Pienso que hemos sido invertidos por la garra que le ponemos a la tarea, somos un equipo de apasionados por la tecnología digital y la cultura de la sustentabilidad”, afirmó.
¿El salto a la ganadería? “Va en línea con que los productores son en su mayoría mixtos y cada vez más necesitan medir el impacto ambiental. Muchas empresas tienen compromisos con los mercados para producir carne carbono neutro y no había una herramienta de medición simple, de bajo costo y certificable que les permitiera escalar el negocio”, respondió.
PUMA en acción
La plataforma opera con una mirada sistémica para poder brindar un balance de carbono a nivel del establecimiento. “Calculamos las emisiones de las distintas categorías de cría, invernada y feedlot, así como el secuestro de carbono del suelo según el manejo de los pastizales, pasturas cultivadas, verdeos y cultivos de servicio. Esto arroja una métrica universal que son los kilos de dióxido de carbono (CO2) generados por kilo de carne producido a tranquera del campo. Más adelante avanzaremos con el transporte a destino”, explicó.
Una fortaleza de esta iniciativa es que estos cálculos se basan en los modelos del IPCC, o sea, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas, tanto para emisiones del ganado como para capturas del suelo. “Esto significa que el día que el productor tenga que certificar que la carne que está saliendo de su campo es carbono neutro podrá hacerlo”, subrayó.
Para Di Napoli esta tecnología implica un salto en cuanto al monitoreo de la sustentabilidad. “La medición empírica de la captura de carbono en terreno, haciendo una calicata, está muy bien, pero tiene un alto costo y habría que repetirla todos los años, eso significa que no se puede escalar para satisfacer las necesidades empresariales”, advirtió.
Además, usar modelos de suelos que estén validados por el IPCC le da credibilidad al cálculo. “Así, por ejemplo, podemos saber que un lote de tal localidad de La Pampa después de tres años con cierto tipo de manejo captura una tonelada/año de CO2. Y ese dato es reconocido mundialmente, algo muy importante porque baja muchísimo los costos y hace que la tecnología sea escalable”, apuntó.
Cómo participar
Cuando el ganadero se contacta con PUMA un profesional del equipo le explica cómo es el procedimiento y cuáles son las oportunidades de conocer las variables que hacen a la huella de carbono para poder gestionar el cambio.
“La calculadora es super accesible en materia de costos y simple en lo que hace al manejo. El productor no tiene que descargar nada en su computadora porque trabaja de modo online ingresando con un usuario. Necesitará datos, eso sí, que tienen que estar ordenados, nosotros podemos ayudarlo a cargarlos, lo capacitamos, pero debe haber una predisposición de su lado para aprender”, indicó. De cualquier modo, a posteriori, cada vez que hay que subirlos, esto ya está dentro de la gimnasia de la empresa. “Hoy me animaría a decir que nadie se pone a producir un kilo de carne sin haber calculado su margen bruto. Y pensamos que el costo ambiental debería estar incluido en los números”, planteó.
Todos los que se están subiendo a la plataforma tienen previsto certificar como camino para agregar valor. “Por ejemplo, en agricultura, hay un exportador de granos que decidió pagar un porcentaje más por los cultivos que midan su huella de carbono con PUMA, ya hemos cerrado contrato con la firma. Y lo mismo podrá ocurrir con la industria frigorífica porque cuando la carne llega a la góndola de otros países, parece ciencia ficción, pero es real, se está pagando más por ese producto certificado”, reveló.
El lanzamiento para ganadería fue muy reciente, apenas hace dos meses, aunque ya se sumaron una media docena de empresas. “Entre ellas, una cabaña que apunta a vender toros con huella de carbono y un establecimiento que busca exportar carne carbono neutro. Estos inquietos tecnológicos ya cuentan con algunos datos ambientales, parte de los cuales iremos difundiendo próximamente”, anticipó.
Para finalizar, Di Napoli resaltó que una ventaja a la hora de adoptar esta tecnología es que fue desarrollada en la Argentina. “El ganadero no estará importando algo de otras latitudes que después no aplica a nuestros planteos productivos. Además, podrá hablar directamente con los desarrolladores que lo ayudarán ante cualquier duda e incluso a visualizar posibilidades de negocio”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne