Ambientalistas cubrieron con una tela negra la mansión del primer ministro británico
Cuatro activistas de la organización Greenpeace fueron detenidos tras cubrir este jueves la casa de verano del primer ministro británico, Rishi Sunak, en North Yorkshire, Inglaterra, con una tela de color negro como protesta por los planes gubernamentales de llevar adelante más perforaciones de petróleo y de gas en el Mar del Norte.
Los manifestantes de la organización ecologista subieron al techo de la mansión utilizando cuerdas y escaleras, la cubrieron con una tela negra simulando el color del petróleo y se quedaron allí durante más de tres horas.
Desplegaron también una pancarta con una frase que decía «Rishi Sunak ¿Las ganancias del petróleo o nuestro futuro?».
Según las imágenes de la prensa británica, mostraban a los activistas siendo llevados fuera de la propiedad por agentes de policía una vez que bajaron del techo.
El primer ministro se encuentra de vacaciones en California, por lo que no estaba en la casa esta mañana, según consignó la emisora británica Sky News.
«Nuestra acción de hoy fue completamente pacífica y fuimos diligentes para asegurarnos de que no hubiera nadie en casa y que no se causaran daños a la propiedad», dijo en un comunicado el activista climático de Greenpeace Reino Unido, Philip Evans.
“Hemos cooperado plenamente con la policía y los activistas fueron detenidos. Sentimos que era importante llevar este mensaje directamente a la puerta del primer ministro hoy, ya que es el propio Sunak quien firmó la decisión de otorgar estas licencias y es él quien tiene el poder de revertir esta decisión», añadió.
En ese marco, sostuvo: «Así que le preguntamos una vez más al primer ministro, Rishi Sunak, ¿de qué lado está usted, de las ganancias de las grandes petroleras o de nuestro futuro?».
Medio ambiente o dinero
El Gobierno de Sunak fue criticado duramente por avanzar en los planes para otorgar alrededor de 100 nuevas licencias de explotación de petróleo y gas en el Mar del Norte, que según Greenpeace serán catastróficos para el clima.
La organización ecologista destacó en un comunicado que «la perforación de nuevos pozos de petróleo en el Mar del Norte no hará nada para aumentar nuestra seguridad energética o reducir las tarifas de la gente. Solo el compromiso con las energías renovables y la eficiencia energética puede lograrlo».
Un ejemplo es el campo de Rosebank, el mayor yacimiento de petróleo no desarrollado en el Mar del Norte.
El Gobierno está decidiendo si aprueba su explotación y Sunak declaró que cree que debería seguir adelante, una posición que enfureció a los ambientalistas.
«Rosebank solo beneficiará a un puñado de accionistas de combustibles fósiles. El año pasado Equinor obtuvo 28,7 mil millones de dólares en ganancias», denunció Greenpeace.
La petrolera noruega Equinor solicitó desarrollar Rosebank, con la ayuda de subsidios gubernamentales del Reino Unido. De aprobarse, «Equinor recibirá efectivamente 3,75 mil millones de libras del dinero público del Reino Unido para desarrollar el campo», agregó la ONG.
Greenpeace también advirtió que la explotación del yacimiento de Rosebank y otros campos en el Mar del Norte creará más contaminación por CO2 que las emisiones anuales combinadas de los 28 países más pobres del mundo, según datos del Banco Mundial.
Recordó que la Agencia Internacional de Energía fue clara en que no debe haber inversión en nuevos campos de petróleo y gas si el mundo quiere cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Greenpeace recalcó que «la única manera de asegurar un suministro de energía asequible y seguro para el Reino Unido es construir más energía renovable».
La organización instó a Sunak a tomar una decisión: «las ganancias del petróleo o nuestro futuro».
El viceprimer ministro del Reino Unido, Oliver Dowden, criticó la protesta de Greenpeace y la calificó como una «estupidez».
Defendió además la decisión de otorgar nuevas licencias, argumentando que el Reino Unido necesitará combustibles fósiles durante «décadas» y que la producción nacional crea empleos y genera impuestos.
Advirtió también que no invertir en petróleo y gas del Mar del Norte, como proponen algunos partidos de oposición, llevaría a una mayor dependencia de una energía menos estable importada, resultando en menos empleo en el país.
Dowden concluyó que no seguir esa ruta es un enfoque sensato y que el gobierno no tiene intención de adoptar tal posición.