Comenzaron los controles ambientales en bodegas de la provincia de San Juan
La Secretaría de Estado de Ambiente dio inicio a un riguroso proceso de control ambiental en las bodegas de San Juan, en un esfuerzo por promover la sustentabilidad en la producción vitivinícola sanjuanina.
Este proceso incluye la evaluación de las plantas de tratamiento de efluentes, con el objetivo de garantizar que estén funcionando en condiciones óptimas para el inicio de la vendimia, minimizando así el impacto ambiental. Con estos controles la Secretaría busca asegurar que los procesos productivos sean lo más sustentables posible.
La misión desde Ambiente es seguir de cerca los procesos productivos, tanto del sector público como del privado, para lograr un equilibrio entre la producción continua y los estándares ambientales y de calidad exigidos por la legislación vigente.
En este sentido, en las bodegas se presta especial atención al tratamiento de efluentes, incluyendo las aguas residuales con químicos utilizados en la actividad vitivinícola, se verifica el almacenamiento y la deposición final de estos residuos, asegurándose que cumplan con las normativas ambientales. Con estas acciones se intenta evitar denuncias de la población sobre la contaminación de acequias y la generación de olores desagradables durante la producción.
Además, se acompaña a los bodegueros en la búsqueda de soluciones que permitan la reutilización del agua, especialmente en un contexto de crisis hídrica, mediante un trabajo de recuperación y tratamiento del agua que permita maximizar el recurso.
Para realizar los controles, la Dirección de Evaluación e Impacto Ambiental ha llevado a cabo una reestructuración en los equipos de control para ampliar la cobertura, abarcando ahora departamentos como Calingasta e Iglesia, que han emergido como importantes núcleos productivos.
La Secretaría de Ambiente no se limita solo a las bodegas, sino que el objetivo a futuro, es llegar a todos los esquemas productivos de la provincia para convertir la idea de desarrollo sustentable en una realidad, con estándares internacionales cada vez más exigentes. Tal es así que, el impulso hacia certificaciones y procesos amigables con el ambiente se presenta como una necesidad para ampliar los horizontes de la producción.