“Tenemos la oportunidad de lograr rendimientos récord”
“Necesitamos una nueva épica de la producción”, dice Daniel Miralles, el coordinador técnico de A TODO TRIGO (ATT), la decimosegunda edición del congreso que desde hace 20 años reúne a toda la cadena de los cereales de invierno y que esta vez se realizará el 9 y 10 de mayo en el Hotel Sheraton de Mar del Plata. Para el docente e investigador de la FAUBA y el CONICET, la campaña que se avecina renueva expectativas y el congreso busca brindar las herramientas necesarias para aprovechar todas las oportunidades.
“Hoy tenemos una ventaja: en la mayor parte de las zonas trigueras del país partimos de una situación hídrica muy distinta a la del año pasado. El agua en la siembra explica entre el 50% y el 80% del éxito del cultivo. Si seguimos de la manera en que arrancamos, tenemos la oportunidad de lograr rendimientos récord y una alta rentabilidad debido a esto”, se entusiasma.
La nutrición del cultivo es el siguiente punto de atención. “Recibimos una noticia muy buena sobre la baja del precio de los fertilizantes y de algunos insumos. Hace dos semanas, la tonelada de urea estaba a casi 900 dólares y ahora está en 560 dólares. En el último mes, ha mejorado notoriamente la relación insumo/producto”, explica el especialista e insiste con la idea de que la campaña de trigo tiene todas las fichas para ser exitosa.
En este contexto, A TODO TRIGO no sólo pone la lupa en el escenario actual, también despliega todas las tendencias y novedades que abren las puertas al futuro. “Cada año aparecen escenarios completamente diferentes; ya sean económicos, ambientales, productivos, políticos y sociales”, cita Miralles y propone un recorrido por alguno de los temas que formarán parte del congreso y que fueron diagramados junto a Betina Kruk (la otra coordinadora técnica del congreso).
Entre el 9 y el 10 de mayo, más de 60 especialistas abordarán en tres salas simultáneas todos los temas significativos para la cadena. Entre ellos, los nuevos horizontes de la producción del trigo y el entendimiento de las demandas. “Lo ambiental tiene un peso cada vez mayor en los sistemas de producción”, enfatiza Miralles y destaca que, por su sistema de producción en siembra directa, Argentina cuenta con algunas ventajas en lo que hace a huella de carbono. El tema “descarbonización” tendrá un espacio protagónico en la agenda, como así también la intensificación: cómo introducir mayor cantidad de cultivos en menos tiempo sin degradar los suelos.
La inversión en investigación para el mejoramiento del cultivo es un aspecto que abordará Gustavo Slafer (ICREA, España). Y especialistas locales abordarán todo lo inherente al manejo del cultivo en función de cada ambiente.
Otro capítulo apasionante será el creciente debate entre fertilizantes químicos versus biológicos. Cada vez más, los fertilizantes biológicos están teniendo un rol muy importante, pero los químicos son muy difíciles de sustituir en el corto plazo. “Los biológicos no tienen aún el mismo impacto en el rendimiento y en la calidad de cultivo que podrían tener los químicos. Pero cada vez hay más investigación y desarrollo para generar mayores combinaciones de fertilizantes biológicos con otros químicos en dosis muy pequeñas, como son los micronutrientes. Estos exacerban los fertilizantes biológicos y, a su vez, mejoran la solubilización de fertilizantes químicos en el suelo. Todo ese combo hace que tengamos mejores respuestas”, remarca.
En el bloque de malezas, plagas y enfermedades, los especialistas darán un pantallazo pormenorizado sobre los nuevos productos que aparecieron en el mercado; los momentos óptimos de control; las malezas y enfermedades resistentes; las plagas más relevantes y cómo manejarlos con tolerancia genética. Este segmento se cierra con la disertación de Diego Ferraro (FAUBA – CONICET), quien expondrá sobre los modelos de riesgo para el uso de agroquímicos orientados a cuantificar cuál es la toxicidad que tiene cada esquema de rotación.
Pero A TODO TRIGO es mucho más que trigo. También hay un destacadísimo lugar para la cebada y los cultivos de invierno alternativos como el trigo candeal, la colza y la carinata. Estas dos últimas oleaginosas han demostrado mucho potencial: la colza, de la cual se extrae un aceite de altísima calidad empleado en el mundo gourmet, y la carinata, que permite producir biocombustibles para aviones (biojet).
“Cada vez más, los sistemas han pasado de regirse por decisiones cualitativas a decisiones cuantitativas. ¿Cuántos kilos necesito sembrar? ¿Cuánto fertilizante necesito aplicar? ¿Cuánto es mi nitrógeno en suelo?”, remarca Miralles. La agricultura está evolucionando y este cambio de paradigma se relaciona mucho con la tecnología de datos. Por eso, ATT tendrá un espacio relevante para las nuevas tendencias en materia digital, las Ag-tech y las novedades en maquinaria de siembra y cosecha.
A 20 años del primer ATT, Miralles reflexiona sobre los cambios en el cultivo del trigo y cree que la principal evolución tiene que ver con el conocimiento. ¿Ahora, cuánto camino falta recorrer? Para este reconocido investigador, uno de los mayores desafíos pasa por el autoabastecimiento de fertilizantes, principalmente los nitrogenados. “En la actualidad, el 50% del fertilizante que se usa en trigo es importado. Necesitamos desarrollar Vaca Muerta para duplicar la producción de urea en la Argentina y lograr el autoabastecimiento”, enfatiza.
La otra materia pendiente pasa por un marco jurídico que otorgue previsibilidad para desarrollarse y abrir nuevos mercados. “Los países demandan trigo, no hay duda, el tema es buscar quién nos puede comprar el cereal y ser competitivos en los mercados del mundo. Para eso debemos avanzar en la reducción o la eliminación de las retenciones que son un impuesto a la exportación que no tiene ningún sentido”, finaliza.