La otra cara de la Inteligencia Artificial: estos podrían ser sus impactos ambientales en América Latina
Activistas y académicos exigen que los gobiernos dejen de dar el visto bueno a la aprobación de nuevos centros de datos, que se realice una evaluación completa de los impactos del ciclo de vida de la IA y que se establezcan nuevas normativas para frenar el creciente daño social causado por la IA.
por Gerry McGovern, Sue Branford; traducción de Mabel Pedemonte para Mongabay LATAM/ BIOGUIA
“Caminamos para conseguir el agua que necesitamos. Si no caminamos, ¿quién nos la dará?”, pregunta Juan, un hombre de mediana edad nacido en la comunidad rural indígena de Maconí, en el estado de Querétaro, México. “Es un viaje de cuatro horas diarias para conseguir agua… Desde el año pasado, no ha llovido, y este año es lo mismo”. El cultivo de frijoles se ha marchitado y no hay maíz para hacer tortillas, le dijo a Ana Valdivia, experta en Inteligencia Artificial (IA), del Instituto de Internet de Oxford del Reino Unido.
A la crisis hídrica de Maconí causada por el cambio climático, se le suma la enorme demanda de agua exigida por la afluencia de nuevos centros de datos de internet, cuyo ya astronómico consumo de las limitadas agua y electricidad comunitarias está a un paso de aumentar a medida que la IA impulsa un salto exponencial en la demanda global de chips de computadora y capacidad de datos.
Valdivia, que está a punto de publicar un artículo titulado “El capitalismo de la cadena de suministro de la IA”, conoció a Juan durante una protesta comunitaria en el estado de Querétaro (al norte de Ciudad de México) en octubre de 2023, cuando la población exigía el cumplimiento de los derechos fundamentales de acceso al agua.
Querétaro es uno de los estados mexicanos con un alto riesgo de sequía. También es el lugar elegido por los gigantes tecnológicos para desarrollar lo que podría convertirse en el mayor centro de datos de Latinoamérica.
“Querétaro alberga ya diez centros de datos en funcionamiento y planea instalar dieciocho más, algunos de ellos para atender la creciente demanda de ChatGPT”, comenta Valdivia. “Los centros de datos extraen agua potable para sus negocios económicos, mientras que Juan tiene que caminar casi un día para regar sus frijoles y su maíz”. México tiene una ubicación ideal para la proliferación de la industria de datos, explica, debido a que se encuentra entre Norteamérica y América Central y del Sur.
La fuerza impulsora detrás del rápido crecimiento de los centros de datos en México y en todo el mundo en desarrollo es ahora la IA. Los centros de datos y las instalaciones de fabricación de chips, que ya consumen agua y energía a un ritmo insostenible, están a punto de multiplicarse en todo el mundo debido, en gran medida, a la IA, lo que probablemente desencadenará guerras por el agua y la energía entre corporaciones y comunidades.