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Energías renovables: los tres objetivos que el gobierno provincial se plantea con Prosumidores

En tiempos en los que el mundo discute sobre la sustentabilidad de la matriz energética de los sectores productivos, y muchos países les dan prioridad de comercio a aquellos con menor huella de carbono (algo que hasta puede ser decisivo para el ingreso de materias primas y bienes a nuevos mercados), la provincia de Santa Fe decidió pisar el acelerador y avanzar hacia la generación de una energía más limpia, sustentable y barata.

Dentro de ese marco se ubica la presentación de Prosumidores, un programa que ya existió en la gestión de Miguel Lifschitz, se discontinuó en la era de Omar Perotti (hubo una versión diferente, denominada ERA), y que se relanzó con el objetivo de lograr un menor impacto ambiental, permitirle a las empresas y a la ciudadanía ahorrar dinero crear un sistema productivo en el propio sector.

«Nuestro objetivo inicial es inyectarle 4 megas al sistema energético provincial, tres provenientes del sector productivo y uno del sector residencial», comentó Verónica Geese, secretaria de Energía santafesina, quien destacó que las bondades de la iniciativa se pueden ver multiplicadas en este contexto de suba de tarifas. «Ese es el lado positivo: las tarifas elevadas permiten lograr la ecuación de repago mucho antes y allí hay una enorme oportunidad para aprovechar».

Impulso gubernamental

Según le dijo la funcionaria a Punto Medio (Radio 2), «la indicación del gobernador es que este sea el camino a seguir. Este programa tiene un impacto económico positivo al permitirle a la gente y a las empresas ahorrar dinero; produce además una menor huella de carbono al bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, y además genera una industria en sí misma, porque tenemos en la provincia más de 120 empresas que pueden prestar el servicio de venta, calcular cuáles son las instalaciones necesarias y realizar la propia instalación de los paneles. Es todo un ecosistema productivo que se pone en marcha con este programa».

Geese definió que un ‘Prosumidor’ es un “productor y consumidor al mismo tiempo. Esto es: produce energía con paneles solares que se inyecta a la red, lo que le va a permitir generar lo que consume, con lo cual la EPE se lo va a descontar de la factura; y todo lo producido que supere a su consumo y que inyecte a la red, se le pagará al costo mayorista. Pero hay más: la provincia le abonará un extra de 20 pesos por kilovatio/hora inyectado al sector productivo y de 12 pesos por el kilovatio/hora generado al sector residencial, un monto que se irá actualizando a medida que se actualicen las tarifas, por lo que tiene múltiples beneficios».

El gobernador Pullaro participó del lanzamiento del plan.


Por supuesto que instalar paneles fotovoltaicos no es gratis ni sencillo. Y según la funcionaria, allí estará la mano del gobierno para asistir, sobre todo al sector de la producción: «La instalación para un residencial pequeño está en 3 o 4 mil dólares, aunque depende de la instalación. Para una estructura mayor como la que puede necesitar una empresa, va desde 10 mil a 40 mil dólares. Es un monto elevado, por lo que el programa ofrece créditos que mejoran mucho la ecuación de repago. De hecho, tenemos la indicación del ministro Puccini de destinar los créditos del CFI (alrededor de 1.000 millones de pesos a una tasa subsidiada de entre 25% y 27%) exclusivamente al sector productivo«.

De acuerdo a lo expresado por la especialista en energías renovables, el contexto es el adecuado para que el sector productivo se lance a una reconversión de la matriz energética: «Hoy tenés tasas muy bajas y realmente te planteás si seguir o no en el sistema financiero. Y al haber tarifas más elevadas, el tiempo de recupero de la inversión se hace más corto. Todo eso sumado al incentivo que paga la provincia por cada kilovatio inyectado y al financiamiento de largo plazo conforman un estado favorable para hacer la instalación», añadió.

Un proyecto a largo plazo

Geese calculó que hoy en día «el repago de la inversión está situado entre los 4 y los 5 años, depende del tipo de usuario que seas. Cuando lanzamos este programa hace 8 años, el repago era en 8 o 9 años; ahora ya está en la mitad y eso es interesante. Hoy hay un gobierno nacional que tiene un objetivo de sincerar los costos energéticos, lo que va a hacer que la ecuación de retorno te dé muy bien».

Y aclaró: «Todo lo que generes una vez que cierres la ecuación de repago será ganancia para la empresa. Los paneles tienen una vida útil de 25 años«.

El equipo requiere un mantenimiento que los propios proveedores santafesinos ofrecen: “Ya te venden el servicio de instalación con un mantenimiento anual. Y algo que es importante: antes de hacer la instalación, hay que trabajar en la eficiencia energética: racionalizar el consumo, ver cuál es el consumo más eficiente de mi instalación, definir cuál es el consumo real y hacer la instalación necesaria sin tener que gastar de más”

Como sucede con todas las políticas que impulsan los estados para lograr grandes cambios, es importante darle un marco normativo que garantice su perdurabilidad: de nada sirve que se logre cambiar el rumbo en determinados temas si su duración dependerá de los humores de los gobiernos de turno. Según Geese, es clave que Prosumidores ya esté sostenido por una ley: “Hace unas tres semanas se sancionó como ley el proyecto de Prosumidores, por lo que las empresas y los santafesinos tendrán la posibilidad de inyectar energía a la EPE sin importar el gobierno que esté”.

Y volvió a subrayar que esta será una política de estado: “La indicación del gobierno es ayudar al sector productivo, a colaborar en algo sostenible: que no sea subsidiar unos meses y listo, sino hacer algo a largo plazo, que persigue además un objetivo ideal: descarbonizar la matriz energética provincial”.

“Esto es importante porque hace que las empresas sean más competitivas en el exterior: ya hay muchas industrias que quieren exportar y que para competir afuera, o para poder entrar a determinados mercados, deben demostrar cuál es su impacto ambiental, cuál es la huella de carbono de la mesa o de la soja que quieren vender. Esas barreras que el mundo está imponiendo tienen que ver con la descarbonización, y con esto favorecemos nuestra competitividad internacional”.

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