Mientras la UE avanza en biotecnología agrícola el área dedicada a los cultivos orgánicos está muy lejos de alcanzar los objetivos
En un momento crítico para la agricultura europea, la Unión Europea está abordando dos importantes frentes en su política agraria: la regulación de cultivos biotecnológicos innovadores y la expansión de la agricultura orgánica. Ambas áreas están en el centro del debate y reflejan un intento por equilibrar la innovación tecnológica con la sostenibilidad ambiental.
Nuevas normativas para cultivos biotecnológicos
Tras meses de estancamiento en las discusiones sobre las reglas para los cultivos biotecnológicos, los embajadores de la UE debatirán en los próximos días nuevas propuestas sobre la patentabilidad de estos cultivos. En 2023, la Comisión Europea propuso flexibilizar los requisitos para cultivos obtenidos mediante nuevas técnicas de ingeniería genética (NGT) con el fin de hacerlos más sostenibles y resistentes a condiciones climáticas extremas y plagas, reduciendo así el uso de pesticidas.
La propuesta del Ejecutivo de la UE clasifica las plantas NGT en dos categorías: NGT 1, que se regularían como cultivos convencionales; y NGT 2, que se regularían como organismos modificados genéticamente (OGM) debido a un mayor número de modificaciones en su ADN. Sin embargo, el tema más controvertido ha sido la patentabilidad de los NGT.
Patentes de cultivos NGT
El Parlamento Europeo acordó en febrero una prohibición total de las patentes para todos los tipos de NGT, mientras que el Consejo, bajo la presidencia belga, busca un equilibrio delicado en los derechos de propiedad intelectual sobre las plantas NGT. La última propuesta exime a las plantas NGT Categoría 1 de patentes y facilita las condiciones para que los solicitantes comiencen ensayos con estos cultivos.
La principal novedad que se debatirá es la creación de una categoría «provisional» para las plantas NGT 1, permitiendo a los interesados iniciar pruebas de campo sin esperar la verificación de que las plantas no estén protegidas por patentes. No obstante, para calificar, el cultivo debe ser equivalente a sus contrapartes convencionales y no poseer resistencia a herbicidas.
Expansión de la agricultura orgánica en la UE pero lejos de los objetivos
Según datos de Eurostat, el 10.5% de las tierras agrícolas de la UE estaban dedicadas a la producción orgánica en 2022, representando un incremento del 79% entre 2012 y 2022. A pesar de este crecimiento, la UE está lejos de alcanzar su objetivo del 25% de tierras agrícolas orgánicas para 2030, establecido en la estrategia De la Granja a la Mesa del Pacto Verde Europeo.
El informe de Eurostat destaca que, si la tasa de crecimiento actual continúa, la UE alcanzará solo un 15% de agricultura orgánica para 2030. Francia lidera con la mayor cantidad de hectáreas orgánicas, seguido por España, Italia y Alemania. Austria, Estonia y Suecia son los países con mayores proporciones de tierras orgánicas, mientras que Irlanda, Bulgaria y Malta tienen menos del 5% de su tierra dedicada a la agricultura orgánica.
La mayoría de las tierras orgánicas de la UE se utilizan para cultivos arables, pasturas permanentes y cultivos permanentes como frutales, olivares y viñedos. Además, la ganadería orgánica ha aumentado a pesar de la disminución general del número de ganado en la UE.
Eric Gall, director de la industria orgánica IFOAM, destacó la importancia de la producción orgánica como una herramienta esencial para la sostenibilidad agrícola. Sin embargo, subrayó la necesidad de apoyar el mercado orgánico, ya que las ventas comenzaron a disminuir en 2021 después de una década de crecimiento constante, abogando por herramientas de regulación del mercado y adquisiciones públicas como se indica en el plan de acción de la UE para el sector orgánico.