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Con asociaciones e inversiones estratégicas Boeing y Airbus buscan acelerar la producción de biocombustibles para la aviación

En un contexto global donde la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono son primordiales, los gigantes de la aviación, Boeing y Airbus, están intensificando sus esfuerzos para impulsar la producción y adopción de combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés). Ambos fabricantes han anunciado recientemente asociaciones e inversiones estratégicas que prometen transformar el sector aéreo y contribuir significativamente a sus metas de descarbonización.

Boeing y Clear Sky: una alianza para decarbonizar la aviación

Boeing, en colaboración con Clear Sky, una empresa de inversión dedicada a la sostenibilidad en la aviación, ha lanzado una iniciativa para acelerar las soluciones sostenibles en este sector. Su primer proyecto conjunto es apoyar a Firefly Green Fuels en el desarrollo de una tecnología innovadora que convierte los residuos del tratamiento de aguas en SAF mediante licuefacción hidrotérmica (HTL). Este proceso transforma los residuos en biocrudo y biochar, un subproducto que puede ser utilizado como fertilizante.

La tecnología de Firefly promete una reducción de más del 90% en las emisiones de CO2 en comparación con el combustible de aviación tradicional. Boeing y Clear Sky no solo invertirán en esta tecnología, sino que también proporcionarán capacitación y dirección para facilitar su rápida implementación y calificación.

«Los SAF ofrecen la mayor oportunidad para descarbonizar la aviación, y el desafío colectivo de la industria es llevarlo a escala global,» afirmó Brian Moran, Director de Sostenibilidad de Boeing. La colaboración entre Boeing y Clear Sky demuestra un progreso significativo en la hoja de ruta del Reino Unido para alcanzar un 10% de SAF en la mezcla de combustible para aviones para el 2030, con una proyección de 7 millones de toneladas para el 2050.

LanzaJet ya está iniciando la primera producción comercial a gran escala de etanol a SAF en su planta Freedom Pines Fuels en los Estados Unidos, lo que servirá como modelo para la expansión global de esta tecnología.