Los acuerdos alcanzados en la COP29
El resultado final de la COP29 se tiene que valorar tras escuchar al secretario ejecutivo de la CMNUCC en su discurso de cierre de la cumbre. Simon Stiell ha reconocido que «ningún país logró todo lo que quería, y nos vamos de Bakú con una montaña de trabajo por hacer». Por este motivo, ha concluido que «no es momento de dar vueltas de honor, debemos fijar nuestras miras y redoblar nuestros esfuerzos en el camino hacia Belém».
El año pasado en Dubái toda la cumbre se focalizó en el Balance Mundial (GST) y sus resultados que, entre otras cosas, introdujeron la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. En Bakú, todo el protagonismo se lo ha llevado el NCQG o nuevo objetivo cuantificado de financiación.
Con más de 24 horas de retraso, y ya entrada la madrugada del domingo (la cumbre tenía que finalizar el viernes alrededor de las 6 de la tarde), la COP29 aprobó el texto definitivo. Hasta llegar a este desenlace, hemos vivido una jornada caótica en la que los países menos desarrollados (LDC) y la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) se levantaron de la mesa de negociación. La propuesta final de 300.000 millones de dólares acercó a las partes, pero ya en la sede del plenario se sucedieron los grupos de discusión y las conversaciones cruzadas, con el secretario ejecutivo de la CMNUCC y el comisario de Acción por el Clima de la UE participando en los diferentes grupos sin soltar el móvil, y con la presidencia de COP algo desubicado en la mesa leyendo documentos (aparentemente con poco interés por lo que estaba pasando).
Fuente: Suspensión del plenario de clausura de la COP29 y negocaciones en la sala. Equipo AmbiciónCOP.
Los acuerdos alcanzados en la cumbre son más amplios que lo referido a las cuestiones sobre la financiación climática.
En la sesión de clausura en la que se aprobó el NCQG hubo tensión.
En cuanto han terminado los aplausos por la aprobación del NCQG, la representante de India en la sesión ha solicitado una intervención en el plenario. Ha expresado su indignación por no haber podido intervenir en el turno previo antes de la aprobación ya que el Presidente de la COP29 lo ha hecho sin dar la oportunidad de intervenir. En una estrategia puesta en marcha en otras ocasiones, el presidente ha pasado casi inmediatamente de realizar la pregunta al plenario sobre posibles comentarios a aprobar el texto, haciendo sonar el clásico martillazo.
En su intervención, la delegada ha planteado que la CMNUCC pide confianza para desarrollar textos con los que no se está de acuerdo para luego coartar la posibilidad de expresión, para evitar riesgos sobre la aprobación del texto. Tras esta intervención, se han sucedido otras de países que han expresado su descontento con el texto aprobado, exigiendo a los países desarrollados que cumplan con sus obligaciones como responsables del cambio climático. Y, por tanto, reducir sus emisiones, colaborar con los países en desarrollo para su transición justa y asumir el coste de la adaptación y las pérdidas y daños generadas en sus territorios.
En la agenda también se encontraba la manera de operativizar la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles y ampliar los esfuerzos de mitigación. Lamentablemente, la necesidad de avanzar en la financiación no ha permitido, por la necesidad de consensos, ampliar de manera decidida las acciones en este sentido:
- Nueva Meta Colectiva y Cuantificada de Financiamiento Climático (NCQG):
El texto final del NCQG se ha alcanzado tras intensas negociaciones que involucraron directamente a los responsables NNUU, y que fue seguida por la sociedad civil de manera masiva, siendo uno de los símbolos de la COP (con manifestaciones y reinvindaciones diarias).
El resultado no ha cubierto las expectativas de los países más vulnerables, quienes dependen de esta financiación para avanzar en su transición climática. Reconoce que las necesidades presupuestadas en las NDC de los países en desarrollo se sitúan entre 5,1 y 6,8 billones de dólares hasta 2030. Frente a esta cifra, el texo llama a movilizar al menos 1,3 billones de dólares anuales para 2035, pero establece un objetivo de solo 300.000 millones de dólares anuales para ese mismo año.
Esta discrepancia ha sido un foco de críticas de los países en desarrollo, junto con la inclusión para el apalancamiento de fondos de fuentes tanto públicas como privadas y la propuesta de ampliar la base de contribuyentes. El texto también reconoce las barreras que enfrentan los países en desarrollo para acceder a financiamiento, instando a los bancos de desarrollo multilaterales a reorientar sus procesos, recordando el papel clave de los cuatro fondos de las Naciones Unidas y pidiendo un aumento en las subvenciones.
El próximo año es fundamental para dar los primeros pasos en la implementación de esta meta y evaluar su capacidad para responder a las necesidades urgentes de financiamiento climático. - Programa de Trabajo de Ambición de Mitigación y Aplicación de Sharm el-Sheikh (MWP):
La mitigación ha quedado relegada a un segundo plano en un intento por mantener el proceso, y superar los bloqueos políticos de países que aún resisten incluirla en sus agendas. El resultado es un texto de apenas tres páginas que, aunque propone que se aumente la ambición, omite referencias clave como el límite de 1,5°C, las emisiones netas cero, la neutralidad en carbono y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
Se ha decidido transformar esta agenda en un espacio de diálogo para abordar las barreras de implementación. Sin embargo, surgen preguntas fundamentales: ¿Dónde está la ambición en mitigación? ¿Dónde están los compromisos? En febrero de 2025 finaliza el plazo para que los países presenten sus NDC alineadas con el objetivo de 1,5°C y no stá definida la ruta para incluir los compromisos de ambición en las contribuciones. - Diálogo de los Emiratos Árabes Unidos sobre la Aplicación de los Resultados del Balance Mundial (Diálogo de los EAU):
Los resultados del Balance Mundial (GST) aprobado en Dubái en 2023 destacó la necesidad de establecer objetivos energéticos y avanzar hacia la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Tras un año de intensas negociaciones sobre cuatro opciones de seguimiento, se ha optado por un texto de bajo perfil que, aunque evita bloqueos, deja insatisfechos a muchas de las Partes. Se ha acordado realizar un diálogo anual enfocado en medidas de implementación, aunque la gran ausencia en el texto se encuentra en la ambición de nuevas medidas de mitigación. - Programa de Trabajo de Lima sobre Igualdad de Género (LWPG):
Tras negociaciones complejas durante la cumbre debido a las presiones para reducir el alcance de la narrativa de género en todo el proceso, se ha acordado extender este programa durante 10 años. Aunque términos como «equidad intergeneracional» han generado controversia y no se ha logrado incrementar la ambición del texto final e incluir nuevas cuestiones, el proceso se mantiene en la misma línea que el anterior proceso.
En el plenario de aprobación se escucharon voces de algunas Partes criticando las trabas en el proceso y destacando, que mantenerse en los términos del programa que ya tienen 10 años suponía en la práctica un retroceso en los modelode igualdad de género. Por este motivo, consideraban el mantenimiento del programa como una oportunidad de mínimos. - Programa de trabajo de los Emiratos Árabes Unidos sobre la transición justa (JTWP):
El programa de trabajo acordado se centra en identificar elementos para que los países los incorporen en sus modelos de transición justa nacionales. Esta orientación ha generado críticas de algunos países que esperaban abordarla desde una perspectiva internacional y multilateral.
El documento reconoce la importancia de incluir a las comunidades más vulnerables en las discusiones y solicita integrar, según el contexto nacional, estos elementos en todas las políticas y reportes climáticos, como los planes climáticos nacionales (NDC), los planes de adaptación (NAP) y los informes de transparencia (BTR). Sin embargo, aunque se denomina «programa de trabajo», el texto se limita a establecer directrices para la consideración de los países, sin concretar cómo avanzar hacia una transición justa efectiva.
- Objetivo Global de Adaptación (GGA):
Se ha aprobado una versión sintetizada del texto técnico original, reduciendo los más de 8.000 indicadores a un máximo de 100. Esta versión reconoce las circunstancias nacionales y destaca el papel de la ciencia, las comunidades indígenas y otros actores clave en su desarrollo.
Además de indicadores geográficos y cuantitativos, se incluyen aspectos relacionados con derechos humanos, juventud, mujeres y migrantes. Sin embargo, no se han incorporado mecanismos específicos para el seguimiento de estos indicadores. - Artículo 6 del Acuerdo de París sobre la implementación cooperativa (Artículo 6):
Tal como anticipó la Presidencia de la COP29 el primer día de la cumbre, se han logrado avances en el artículo 6, con un texto referido al artículo 6.2 y otro refereido al artículo 6.4, que establecen procedimientos y metodologías para los mercados de carbono.
Aunque las Partes han celebrado el avance como un paso clave para alcanzar las metas de reducción de emisiones de sus NDC, sectores de la sociedad civil han reaccionado de manera enérgica, denunciando estas medidas como «falsas soluciones». El proceso debe continuar ya que los textos requieren mayor claridad y desarrollo procedimental, que se llevarán a cabo en Bonn y en Belém el año que viene.