Aumenta la demanda mundial de aceites y Argentina registra embarques superiores a la media
Esta semana, mientras los niveles de precio parecen no cuadrar con lo que registran la oferta y la demanda -especialmente en soja-, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, considera que el dólar se está devaluando y ello apoya a los granos, como al resto de los commodities.
“EE.UU. sembraría menos soja, pero su producción subiría por más rinde y los stocks bajarían sólo marginalmente. La guerra comercial con China está declarada. Brasil se encamina a un récord de soja y en Argentina la producción se estabiliza. Los fondos vendieron fuerte la semana pasada”, indica.
Sin embargo, los precios se sostienen. ¿Qué es lo que está pasando? Según explica Romano, China tendría que pasar compras de EEUU a Sudamérica, y Brasil tiene dificultades en hacer llegar la soja a sus puertos.
El especialista explica que la firmeza se encuentra en los subproductos: “Falta aceite en el mundo, y hasta tanto no rebote la producción de palma, la demanda se enfocará en el aceite de soja. De hecho, EE.UU. ya exportó todo lo que se pronosticaba para el ciclo comercial seis meses antes de que cierre, y Argentina viene con embarques muy superiores a la media. También la harina se nota firme”.
Los embarques de aceite de soja de Argentina en febrero fueron récord con 500.000 tn, mientras que los de harina con 1,5 mill.tn. estuvieron por encima de los niveles de los últimos años, aunque debajo del promedio. “Eso marca la firme demanda existente por aceite y harina”, subraya.
A la vez, se activa la comercialización de soja nueva. Y si bien permanece atrasada con 4% de la producción vendida con precio fijado vs 9% promedio para la fecha, por tercera semana consecutiva las ventas son mayores que las promedio para la fecha.
Ante la consulta de si se registrarán precios superadores a los 300 US$/tn, Romano sostiene que, en principio, “sólo se llegaría en el corto plazo, o bien si el clima en EE.UU. impide que se alcancen los rindes esperados”.
En cuanto al maíz, los fondos empezaron a cerrar posiciones vendiendo fuertemente. “EE.UU. sembrará más área y con rindes promedio, la producción y stocks se dispararían. El clima permitió sembrar a tiempo la safrinha en Brasil y estabilizar la producción en Argentina”, recuerda el académico.
No obstante, de corto plazo, el maíz está ajustado: “los stocks actuales de EE.UU. son bajos, Brasil se enfoca en su mercado interno y recién en junio tendría granos de la nueva cosecha, y la demanda internacional presiona sobre Argentina”.
“Recordemos que la cosecha de maíz temprano está en marcha, pero que las lluvias la vienen demorando. Esto explica por qué si bien los precios bajaron un escalón, siguen cerca de los techos recientes, y en niveles que siguen siendo rentables. ¿Podríamos ver subas mayores? Sólo si el nuevo ciclo comercial de EE.UU. se complica, o la safrinha entra en problemas”, añade.
Febrero cerró con 2,7 mill.tn. de maíz embarcado y, por cuarto mes consecutivo, se ubica en niveles récord. “La ausencia de Brasil que está atendiendo el mercado interno, y EE.UU. muy enfocado en Canadá dejan un mercado para Argentina muy activo”, destaca Romano que agrega: “La cola de buques por cargar maíz bajó, al tiempo que la cosecha viene ingresando con interrupciones por las lluvias, pero debería generalizarse”.
Por el lado del trigo, la cosecha rusa fue muy mala, sus exportaciones arrancaron firmes, pero ahora se detuvieron, y dado que la seca siguió, permanece la duda sobre la cosecha del próximo año. Al mismo tiempo, la estimación de producción de Australia y China se disparan, y mejoran condiciones en Francia y EE.UU. “Mientras eso sucede, los precios del trigo que tocaron niveles interesantes, bajaron un escalón. Merece puntualizar lo que está ocurriendo con la posición diciembre 2025: tiene un descuento menor sobre el precio de julio, y la relación insumo producto para el próximo año es muy buena”, puntualiza.
Finalmente, Romano recomienda: “Si buscamos certezas en los mercados, cuando las encontremos será demasiado tarde: todos las tendrán, los precios habrán reaccionado, y algún dato nuevo cambiará la tendencia. El foco debe apuntar a la rentabilidad. Combinar una base de ventas de maíz y soja, con pisos que hace un mes eran valores que se esperaban para vender, parece lo más correcto. En tanto ir capturando la relación de insumo producto para el nuevo ciclo de trigo, debería ser una de esas reglas fuertes. No obedecerlas debería tener una justificación muy clara”.